Revista Chilango

Amor por los tacos

Febrero 2017

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CERRADO Sinestesia

San Luis Potosí 121

Entre Tonalá y Jalapa

Col. Roma Norte

Tel. 6236 0362

Crítica chilango

Atención

 

Calidad

 

Ambiente

 

Horarios:
dom-lun 13-19 hrs, mar-mié 13-23 hrs, jue-sáb 13-01 hrs
Tipo: Fusión, Mediterránea, Mexicana
Precios: $ 100 - $ 150
TC: Todas
Efectivo
Sitio Web

Promedio usuarios

Detalles: Abierto en Domingo, Pet friendly, Musica en vivo, Comida de negocios, Estacionamiento cercano, Área para fumar, Servicio a domicilio, Servicio para llevar, Carta de vinos destacable, Buenos postres, Terraza, Cena romántica, Saco y Corbata

Descripción

Si las obras de arte fueran platillos, ¿a qué sabrían? Descúbrelo en este local de la Roma, ubicado en el que fuera el Café de Nadie.

Crítica

Por Sandra Lucario

Si Frida Kahlo hubiera sobrepasado las barreras de la pintura y tomado la sarten por el mango, ido a la cocina y traducido su obra Las dos Fridas en un platillo, ¿a qué sabría? Tal vez la habría convertido en una pizza, con salsa de tomate, alcachofas, médula, palmito y unas gotas de jugo de limón.

¿Qué pasaría con los Nenúfares de Monet?, ¿con La ola de Kanagawa de Hokusai?, ¿con El hijo del hombre de Magritte?, o ¿con Desnudo en blanco de Rufino Tamayo?

Porque no basta con imaginarlo, al empresario restaurantero Rigel Sotelo se le ocurrió que si se pretendía ubicar a la gastronomía como una más de las bellas artes, ésta debía complementarse con otra, a fin de realmente expresar –en sí misma– algo más que sabores, texturas y aromas. Así, a través de la pintura y la comida este lugar quiere lograr un acercamiento no sólo entre ambos sino también entre la gente y la historia del arte.

Ubicado en una casa vieja de la colonia Roma, en el que fuera El Café de Nadie, cuna del movimiento estridentista, aquel café de los años 20 en donde el poeta Manuel Maples Arce tomó la cafetera, se sirvió café, se sentó, lo tomó y le dejó su pago y propina a nadie. La doctrina de aquellos ("confiar en que la insolencia con alegría, pero en dosis fuertes, despertaría a la gente de ese fatídico letargo novecentista) aún se percibe en las escaleras, en las paredes y en los salones de este lugar.

No sabemos si a ustedes, pero a nosotros nos emociona estar y disfrutar un rico menú entre las cuatro paredes en las que alguna vez discutieron –juntos, separados o consigo mismos– Fermín y Silvestre Revueltas, Diego Rivera, Manuel M. Ponce y Carlos Chávez. Una pizca de extra para conocer este lugar.

Durante nuestra visita tuvimos la oportunidad de probar el café de Munch, un espresso espumado (con la imagen de El Grito) y un delicado sabor a clavo; el efecto: un intenso sabor a café y, al final, un toque de frescura, y un par de los nuevos platillos de la carta; el efecto: sabores conocidos preparados con un twist inesperado.  

Y así funciona, Rigel, quien también funge como chef: se encarga de elegir las obras, investigarlas, decidir cómo presentarlas, interpretarlas, encontrar los ingredientes (orgánicos) que podrían adaptarse (adquiridos en Xochimilco) y mezclarlos. Además de los platillos de la carta, cada día cambia el menú (de alta cocina): sopa aguada, seca, plato fuerte y postre. 

Además de la comida, Sinestesia tiene un espacio que funciona como centro cultural y, obviamente, también es una galería en la que se exponen obras de artistas, de los egresados de La Esmeralda, específicamente. También ofrece catas de mezcal, espectáculos teatrales, proyecciones de cine y conferencias.

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Aunque la base de datos de Chilango se actualiza con frecuencia, la información de nuestras fichas puede variar debido a los cambios que cada lugar hace en sus operaciones.
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