CERRADO / Hudson
Anatole France No.70
Col. Polanco Chapultepec, Miguel Hidalgo
Tel. 5281 7093
dom-lun 13-23 hrs, mar-mié 13-24 hrs, jue-sáb 13-01 hrs$250 - $400El lugar tiene una promoción para quien pague con tarjetas Visa: lunes 20% y martes a domingo 15%
Un poco de swing y jazz en la recepción. Bastan un par de tragos al martini seco para comprarse el viaje. El destino: un muelle de Nueva York en el pleno centro de Polanco. Eso es, a grandes rasgos, la experiencia que busca transmitir el nuevo restaurante Hudson (para los que extrañaban la cocina del extinto Brássica en Santa Fe esta es una opción que vino a cubrir el terreno vacío de la cocina estadounidense en la ciudad).
Para lograrlo la decoración tiene todo el estilo de un pequeño muelle (que la hace también de terraza), mesas altas, acabados de madera obscura y toques art decó heredados de la casona polanqueña en la que se alberga.
En el menú podrás encontrar una variedad de productos del mar y cortes, ambos especialidades de la cocina norteameriacana, “la idea es que quién conozca Nueva York pueda encontrarse con un hot dog como el de Grey’s Papaya o darse una idea de la cocina neoyorkina sin haber estado ahí”, explica uno de los anfitriones del grupo restaurantero Factor Z.
Para abrir el estómago aquí sirven el clásico clam chowder, una reconfortante sopa espesa con croutones (no hay mejor platillo para un día frío o lluvioso). Lo que sigue es decidirse por la carne o por las especialidades del mar. Si tu caso es el segundo, te recomendamos mucho los ostiones a la Rockefeller, vienen bañados de queso gratinado, espinacas y sal de grano, o los camarones para pelar; lo interesante de este plato, además de la frescura de los camarones son las salsas para acompañar.
Si te vas por la primera opción sirven una carne bañada en una salsa suave de champiñones, que en combo con el clam chowder de la entrada y una copa de vino tinto son el remedio perfecto para levanter cualquier ánimo decaído. Ahora, si lo que buscas es algo llenador, solicita un corte de carne, Prime Rib de preferencia. Y para el postre, simplemente una palabra: chocolate.
El servicio es lo más casual del lugar, personal joven (para empezar por el chef Daniel Vargas) que conoce el menú lo bastante bien como para dar atinadas sugerencias. Poor la ubicación y el decorado el lugar se presta para una cena romántica o una cenita para seguirse la noche por algún bar del rumbo.