Amargado sin remedio
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Con nada te contentas. Vives en un constante estado de amargura y decepción de todo y de todos. Crees que este es un mundo enfermo y triste y que nada tiene remedio. Quizá la gente ya huye un poco de tus malos humores.
Finges ser feliz
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Con todos sonríes, menos contigo. Tratas de pretender que todo está perfecto, pero en realidad la pasas remal. ¿Has evaluado qué es lo que te molesta de tu vida actual? Quizá no le has rascado y podrías cambiar tu situación para ser un poquitín más feliz.
No te puedes quejar
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Digamos que no eres el más feliz de la vida. Quizá te falte por alcanzar muchas metas y sentirte satisfecho con lo que eres y lo que has logrado. Relájate, en realidad de eso se trata la vida: de una consecución de logros y de superar los fracasos.
Vives en el Nirvana de la felicidad
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Bravo. El que seas feliz no significa que no tengas fracasos o que ya hayas alcanzado todo lo que te has propuesto en la vida, sino que todo lo ves con una buena filosofía. Y la neta, de eso se trata todo esto, de verle el lado amable a las cosas, de saber que si a uno no le salen las cosas como uno quisiera, no hay pez. Y sí: tú así vives, lo cual es muy plausible.