Entrevistamos a the Dears

Los Dears regresan a la Ciudad de México. En esta ocasión no se trata de un recital común y corriente, sino que se encerrarán durante tres noches en Pasagüero para presentarnos, antes que a nadie, su nuevo material de…

Los Dears regresan a la Ciudad de México. En esta ocasión no se trata de un recital común y corriente, sino que se encerrarán durante tres noches en Pasagüero para presentarnos, antes que a nadie, su nuevo material de estudio, aún sin título. Por si fuera poco, grabarán un DVD en vivo que lanzarán a la par de dicho disco. 


Cotorreamos con Murray Lightburn, líder de la banda canadiense. Él estaba en Montreal, nosotros en la oficina, pero la magia de las telecomunicaciones hizo posible una charla amena. A continuación, la entrevista completa. 

 

Van tres años de su primera visita. ¿Cómo ha cambiado su percepción de México?
Siempre es muy divertido ir. Será una gran experiencia ir a compartirles las canciones antes de entrar al estudio. Nos dará idea de lo que funciona y lo que no. Eso hará que nuestra relación con el público mexicano se acerque.

¿México los inspiró en alguna forma?
No, no en forma directa. Más bien fue la gente con la que conectamos, con la que nos divertimos por allá. Las experiencias de todos los días moldean nuestra vida.

La idea de hacer una residencia internacional con una banda como ustedes, nunca se había visto. ¿De dónde salió?
No nos parece una idea tan original. Más bien es algo que nos hace sentido. Queríamos hacerlo, probar nuestras rolas en vivo y de pronto surgió la idea de hacerla en México. Sólo sucedió y estamos bien emocionados.

¿Han hecho esto en otros lugares? ¿Montreal?
Bueno, sí. Hemos hecho múltiples noches en un lugar. Siempre es divertido, te acostumbras al lugar y cada vez es más cómodo. Eso es peligroso, nunca es bueno estar demasiado cómodo.

¿Cómo han sido los ensayos? ¿Será un show montado, o ustedes jammeando?
Será un poco de los dos. No planeamos nada muy experimental, obviamente ya pasamos por ahí, sería tonto hacer eso. Lo que presentaremos es una especie de acuerdo que tenemos entre nosotros. Lo que ya ensayamos será lo que presentaremos en el escenario y nos emociona. 

¿Tocarán cosas viejas también? Para complacer a los fans…
El foco está en lo nuevo. Pero no sabemos lo que pasará después de eso. Ya veremos…

¿Tienen cosas especiales planeadas?
Básicamente trataremos de presentar el disco, como si lo escucharas en disco o en tu computadora, pero en vivo. Estamos poniendo énfasis en el orden de las canciones para que realmente se sienta la vibra del disco.


¿Por qué un DVD en México?
Porque lo que hemos visto es que México se lo merece (risas).

Ya tienen un disco en vivo. ¿Qué tan diferente será esto?
Tenemos muchos conciertos, supongo que será una mezcolanza de todo.

¿Tienen planeado invitar a algún talento nacional y hacer de esto una experiencia multicultual?
Es una pregunta muy interesante. No lo había pensado. No estoy muy acoplado con los talentos nacionales, pero hay que darle una pensada. Conozco a Chiki Chick… (se traba) Chikita Violenta, es la única banda mexicana que conocemos.

¿Si no fuera mexicano? ¿Con quién te gustaría compartir escenario?
Si tuviera que hacer mi banda de los sueños: vivos o muertos. John Bonham en la batería. Serge Gainsbourg en el piano. En el bajo tiene que ser alguien muy colorido. Tiene que estar cool.

Después de todos los cambios en la alineación, ¿cómo cambió su sonido?
Es interesante. El sonido en los Dears ya está establecido. Cuando llega la gente, contribuye con ideas creativas, más no de estilo. Los Dears es una ruido de mucha gente, difícil de describir. No se puede ir más allá. Es la suma de las partes lo que hace la banda.

Después de escuchar Missiles, nos encontramos con un disco muy melancólico, introspectivo. ¿Tuvieron que ver los cambios en la alineación? Suena al disco de una banda en vías de desintegración.
Afortunadamente ese no fue el caso. El disco es muy melancólico por muchas razones, razones personales. Hacerlo fue muy divertido. Mis amigos llegaron al estudio e hicieron cosas fabulosas, así que las canciones fueron muy etílicas. Fue una etapa muy etílica para mí.

Regresa Patrick Krief y vuelven a compartir créditos. ¿Cómo fue el reencuentro?
Nunca dejé de ver a Krief, hablábamos casi todo el día, pero no hablábamos de música. Cuando entró por primera vez a la banda, era un guitarrista. En esta ocasión es un colaborador Y un guitarrista. De hecho, es chistoso porque cuando grabamos Gang of Losers, platicamos sobre él escribiendo unas canciones. Descartamos la idea por las circunstancias de la banda, y ahora se dio el momento y él coescribe conmigo.

Tony Hoffer (Air, Beck, Phoenix) será el capitán del nuevo disco. ¿Cómo llegaron a él?
El siemrpe hace discos emocionantes y no tenemos idea de lo que saldrá, pero estoy seguro de que será una gran experiencia. Es una gran fuerza en el estudio, así que estamos esperando a lo que sucederá.

¿Tienen rituales de estudio? ¿Qué los inspira?
No puedo hablar por todos, pero yo paso mucho, mucho tiempo en el estudio. Trabajo toda la noche si es necesario y no me importa. En realidad el único ritual es el de la botella. Tomo mucho.

¿Qué toman?
Cuando hicimos Missiles, se fueron muchas botellas de vino, muchas cajas de cerveza. Dependía del día, había días en los que fuerteábamos y también se iban muchas cajas. Cajas.

Pues… salud. Muchas gracias por tu tiempo y nos vemos por acá.

The Dears se presentarán los próximos 6, 7 y 8 de mayo en Pasagüero. Más info aquí

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