Blonde Redhead – Here Sometimes

Ruy dice: Hay canciones que generan una atmósfera. Más importante, hay canciones que generan cierta atmósfera, que lo inspiran a uno. No sé si eso tenga que ver con las vibraciones del universo, con nuestra parte animal o qué;…

Ruy dice:

Hay canciones que generan una atmósfera. Más importante, hay
canciones que generan cierta atmósfera, que lo inspiran a uno. No sé si eso
tenga que ver con las vibraciones del universo, con nuestra parte animal o qué;
lo que sé es que cuando se descubre una canción de esas, es difícil dejarla ir.
Uno la tararea todo el día, me refiero. Creo que esa canción tiene en mí ese
efecto. Es algo noventera, sí, tranquilota, downtempo; muy estilo Blonde
Redhead. Parece hecha con precisión de relojero suizo. Para resumir: me
encanta.

Josue dice:

Estos güeros pelirrojos tienen algo. Yo me
enamoré desde su disco "Misery is a Butterfly", y la verdad, pensé que no iba a
pasar de ahí mi amor. Como un crush de verano. Luego llegó el "23" y uuuuuf, otra
temporada de romance. Entonces pasaron tres años sin saber nada de ellos, hasta
que ahorita, vuelven a coquetearme con sus matices sutiles, y sobre todo por
las imágenes que producen su música. Es como una sensación que va más allá de
lo evidente y te golpea. Sí, justo como enamorarte: te pierdes por un instante
de tu realidad, y te embarcas un viaje emocional. Blonde Redhead sabe cómo
conquistar. Y no hay nada mejor que aceptar su cortejo armonioso.

Edit dice:

Empieza emocionando esa parte de mi que fácil se enamora de las melodías,
pero sigo esperando escucharlos en francés, creo que suena mucho más honesto y
sexy. Disfruté está canción pero no me invita a nada más, no me ilusiona con la
idea de la siguiente canción en el disco y no sería la canción que pondría una
y otra vez como Melody.


Baxter dice: 

Así como en los noventas, la compilación infalible era la Now That’s What I Call Music, yo propongo que en los dosmildieces hagamos la Now That’s What I Call Elegance!. Es impresionante notar como en cada uno de sus álbumes, este trío se pule a sí mismo, perfeccionando su sonido. Son sutiles, son ambiciosos (hasta llegar a niveles insospechados) y sobre todo, tienen una clase a la que muchos aspiran. Música para el momento chenchualón, para una madrugada desoladora o simplemente para evadir la realidad. WOW. 

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