A principio de año las iPads volaron de las tiendas en China pero no por la razón que Apple hubiera esperado (vender harto producto) sino porque la empresa Shenzen Proview Technology era dueña del nombre iPad (que no era la tableta que conocemos sino un dispositivo PC todo en uno con acceso a Internet). Así que las tabletas de la manzana fueron retiradas de ese mercado.

Proview, la marca que los hizo, reclamó derechos iniciando un pleito legal que duró varios meses y que el día de hoy se resolvió. Apple tuvo que pagar 60 millones de dólares a las arcas de la empresa china que por cierto pedía 400 mdd.

¿Y cómo pasó esto? Pues Apple contrató hace varios años a un grupo de abogados británicos para comprar los derechos en todo el mundo del nombre iPad. Sin embargo, cuando la tableta vio la luz (y se volvió un éxito), Proview dijo que la operación no había incluido los derechos para China, realizando una demanda por violación de la marca registrada, todo esto según The New York Times.

Considerando que China es el segundo mercado más grande de Apple fuera de Estados Unidos, parece que los 60 millones que tuvieron que desembolsar no fue algo tan grave para Apple. Obviamente Proview ha de estar contenta por esa entrada de dinero. ¿Ya ven cómo sí deja lana eso de las patentes y los derechos?