La Federación Mexicana de Futbol ha pagado 11 sanciones por el grito homofóbico en los estadios, el famoso «¡eeeh, puto!», desde 2015.

Apenas estábamos festejando la victoria de la Selección Mexicana contra Alemania en su debut en el Mundial de Rusia 2018, cuando algunos medios de comunicación información que la Federación Internacional de Futbol Asociación (FIFA) había abierto un procedimiento disciplinario contra México por expresiones homofóbicas y antideportivas en el Estadio de Luzhnikí de Moscú.

Si viste el partido del domingo, quizá notaste que la afición gritaba el ya (penosamente) clásico grito homofóbico cada que el arquero alemán Manuel Neuer despejaba el balón. De acuerdo con Azteca Deportes, las sanciones por el grito homofóbico en el primer partido del Tri en Rusia 2018 alcanzarían $500,000 dólares (alrededor de 10 millones de pesos), además de la advertencia de sacar de los estadios, retirar la Fan ID e incluso expulsar de Rusia a los aficionados que cometan actos de homofobia, racismo y discriminación.

Sin embargo, este miércoles 20 de junio se confirmó que la FIFA multó a México con 10 mil francos suizos (204 mil pesos aproximadamente). De acuerdo con un comunicado de la Federación Mexicana de Fútbol, la FIFA multa a México por culpa de un grupo de fanáticos mexicanos que realizaron «cantos discriminatorios e insultantes» durante la primera mitad del partido entre México y Alemania.

Pero no es la única vez que la Selección Nacional ha recibido sanciones por el grito homofóbico de su afición en los estadios. Desde hace cuatro años —en el mundial de Brasil— el máximo órgano del futbol se pronunció en contra de la expresión e impuso varias multas.

Hasta antes del partido México-Alemania, la FIFA había aplicado a la FMF 11 sanciones por el grito homofóbico. Con la multa número 12, en pleno mundial, lo que tendrá que pagar el Tri supera ya los 165 mil francos suizos: más de 3 millones 400 mil pesos, suficientes para pagar los vuelos ida y vuelta de más de 100 aficionados.

El organismo mexicano, a su vez, ha implementado campañas en estadios nacionales y redes sociales para que los aficionados sustituyan la expresión considerada discriminatoria y antideportiva, pero no han logrado evitarlas.

El origen del grito

En los años 80, en los partidos de la Asociación de Futbol Americano Infantil de Monterrey, el equipo de los Potros era reconocido por inventar sus porras, una de ellas era «ehhhhh… ¡pum!»,  que aparecía en cada patada de gol de campo.

Mundial en el MIDE

Foto: Cuartoscuro

De acuerdo con el portal Medio Tiempo, especializado en deportes, el grito se trasladó años después a la Organización Nacional Estudiantil de Futbol Americano (ONEFA) para apoyar al equipo de los Borregos Salvajes del Tec de Monterrey, pero fue hasta el 2001 que la afición de los Rayados la llevó al soccer.

El problema vino después, cuando en los Preolímpicos de 2003 en Guadalajara, Jalisco, sustituyeron el «eeeh pum» por el grito ofensivo que hoy conocemos. El insulto se volvió popular cuando cuando Oswaldo Sánchez, exportero del Tri, declarara que, aunque se sentía agradecido por haber debutado con el Club Atlas, su «corazón pertenecía a las Chivas».

Te puede interesar: ¿Realmente tembló durante el gol de México en el Mundial?    

Los aficionados rojinegros no vieron con buena cara el comentario y le dedicaron el grito al portero mundialista a manera de insulto. Desde entonces se viralizó en la Liga Mexicana y se ha extendido en competiciones a nivel mundial, aunque fue hasta Brasil 2014 que se formalizaron las sanciones por el grito homofóbico.

Estas han sido las sanciones por el grito homofóbico

Aunque ha habido opiniones encontradas de autoridades y figuras deportivas al respecto del significado del grito, e incluso la Comisión Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred) se pronunció en contra, la FMF se ha amparado al considerarla una expresión cultural y no discriminatoria.

Sin embargo, la Comisión Dictaminadora de la FIFA ha catalogado el grito como homofóbico y antideportivo, de acuerdo con el artículo 67 del Código Disciplinario de la Federación Internacional.

La primera multa aplicada en los últimos tres años fue de $395,000 en el partido de la Selección contra El Salvador en el Estadio Azteca, durante el debut del entrenador Juan Carlos Osorio, jugado en 2015, aunque el castigo fue impuesto en enero de 2016.

Te puede interesar: Quiz, qué sabes de la historia de México en los Mundiales   

En mayo del mismo año, la FIFA notificó de otra multa de $650,000 por los gritos durante los dos partidos clasificatorios —ida y vuelta— de México contra Canadá. En octubre los volvieron a sancionar por $600,000 durante la fase 4 de la eliminatoria de Concacaf, contra Honduras en el Azteca.

Mundial en el zócalo

Foto: CUARTOSCURO

Y los 11 y 15 de noviembre recibieron dos multas por $470,000 pesos en total, por los partidos de visitante contra Estados Unidos y Panamá.

En marzo de 2017 la Comisión Disciplinaria multó con $190,000 a la Federación Mexicana por los gritos contra el portero de Costa Rica. Los días 8 y 11 julio del mismo año se aplicaron $360,000 durante los encuentros eliminatorios contra Estados Unidos y Honduras, además de los $180,000 por el encuentro de vuelta contra Panamá. Todos ellos se realizaron en el Azteca, lo que casi provoca el veto del estadio.

Desde la Copa Confederaciones que se celebró en Rusia en junio de 2017, la FIFA implementó tres pasos para intentar erradicar el grito: el primero consiste en llamar la atención de los aficionados por el sonido local cada que se detecte la expresión; el segundo paso sería detener el partido hasta que la afición cese de gritar y, de continuar, en última instancia el árbitro podría abandonar el encuentro.

Además de las multas, durante la Confederaciones la FIFA colocó observadores para evitar actos discriminatorios y en el partido de México contra Nueva Zelanda dos aficionados fueron expulsados del estadio Sochi por gritar «ehhhh… pu…».