¿Se acuerdan del caso del joven que fue agredido por policías tras chocar con una patrulla? Pues las investigaciones de la Procuraduría General de Justicia (PGJ) determinaron que el conductor nunca le disparó a los policías, como ellos habían dicho en un principio, y que el arma que le quitó la vida pertenecía a uno de los elementos de la SSP.

Un juez dictó prisión preventiva oficiosa al policía preventivo, acusado de homicidio, quien presuntamente le disparó al hombre de 32 años, la mañana del domingo 12 de agosto en los límites de las delegaciones Iztacalco e Iztapalapa.

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“Se determinó que el disparo que privó de la vida a la víctima se realizó desde el arma larga que tenía a su cargo uno de los elementos policiacos que participaron en los hechos. Los peritajes establecieron que los impactos que presenta el vehículo particular se realizaron de afuera hacia adentro”, señala la investigación de la PGJ.

Con estos datos, la fiscalía formuló la imputación en contra del policía, mientras que los otros cinco elementos, quienes también participaron en los hechos, fueron puestos en libertad, aunque se abrió un desglose para continuar con la investigación por alguna conducta o delito cometido por estos servidores públicos.

Si el policía es declarado culpable del delito de homicidio calificado puede alcanzar una pena de hasta 50 años de prisión.