Tradicionalmente la música country ha sido
asociada con todo el entorno redneck: los sureños
estadounidenses que se casan con sus hermanas, son padrinos de sus
nietos, piensan que KFC es alta gastronomía, que Jesús era gringo y que
la NASCAR es una forma de arte.

Pero más allá de eso, el country es un
género musical olvidado por el resto del mundo, cosa que no debería de
ser. Esto por dos motivos.

En
primer lugar, los antecedentes del country se remontan a la música de
los inmigrantes irlandeses del siglo XIX. ¿Eso qué? Pues la música
irlandesa es de la más divertida del mundo… Violines, tambores y baile
sin cesar, sin mencionar la cantidad de cerveza que se consume mientras
se escucha.

Y, en
segundo, porque el country puede llegar a ser considerado un tipo de
género literario. Si alguna vez han escuchado con detenimiento alguna de
las letras en una canción de country, se darán cuenta de que es una
historia dentro de sí misma: amor, desamor, violencia, tristeza, muerte,
camionetas pick-up… Temas fuertes dentro de un ritmo aparentemente
sin gracia.

Por eso nos
dimos a la tarea de recopilar cinco canciones que no son del todo
country -muchas incorporan rock y pop- para acercarlos a ustedes a este
género tan infravalorado.

Escúchenlas
y verán como este tipo de música, que muchos desechan sin darle una
oportunidad, es más interesante de lo que parece
. De paso asan unas
ardillas, ponen un sillón en su jardín y le ponen "Cleto" a su hijo.