Sábado 6

Por Josué Corro

Podría empezar escribiendo sobre el tema más concurrido y
polémico entre todos los asistentes que fuimos a uno de los conciertos de
Coldplay en el Foro Sol: el estacionamiento.

Pero sería desvirtuar una de las bandas, digamos más
“representativas” que ha existido en los 2000s, al menos eso pude comprobar el
sábado 6 de marzo: Coldplay es una banda que con cada disco, multiplica su
fanaticada exponencialmente a distintas edades. Fue increíble o mejor dicho,
fue bizarro ver a un lado de mí a un padre de familia con sus hijas menores de
12 años, y a mi derecha, a dos amas de casas SOLAS coreando cada una de las
canciones ―y seguramente sabroseándose a Chris Martin―. Se los juro. Niñas y
señoras cantando los sencillos del último disco Viva la vida.

Esto no ocurrió en 2003, cuando pude verlos en el otoño al
Palacio de los Deportes en su gira del Rush… Siete años después, el sentimiento
cambió, así como la actitud de Chris Martin. En esa época, él todavía se
intimidaba ante el público y se resguardaba en su piano, hoy, corre por el
escenario y se entrega a la gente. Transmite esta energía pop que, también se
percibe en su show: pirotecnia, pelotas amarillas gigantes y una lluvia de
mariposas de papel que cayó sobre el público.

Antes de seguir, voy a hacer una aclaración para transmitir
la poca emoción en mis palabras: no soy fan de este nuevo Coldplay, vaya, ni
siquiera me sé una canción del Viva la Vida, y sólo como tres del X&Y. Por
eso cuando abrieron el concierto con “Life in technicolor”, tardé un poco en
entusiasmarme, pero al ver a la gente (y sus gritos cual quinceañeras al ver
los Jonas) bailando y aplaudiendo, qué diablos, tuve que unirme pero sin un
ánimo descomunal.

Hasta que hicieron un trío de antaño: "Clocks", "Yellow", "In My Place". Bravo. A partir de ese momento, el concierto tomó un matiz que oscilaba
entre la efervescencia de los nuevos fans, contra la nostalgia veinteañera.
Aunado a la voz de Martin y sus español bien practicado, los más de 50 mil
asistentes pudimos presenciar un momento épico —por más niñata que suene el
término—: en un momento de la noche, pidió que todos sacaramos nuestros
celulares e hiciéramos una ola. Las gradas fueron un espejo de luces y
movimiento.

Estos pequeños detalles, junto con la dedicatoria a Frida
Kahlo antes de cantar “The Hardest Part”
, la nitidez de las pantallas gigantes
o esa lluvia de mariposas de colores, comprueban que Coldplay, para bien o para
mal, ya son una banda de show, más que de setlists convincentes y emotivos. No
está mal, es una evolución lógica de una banda popular, de una banda pop.

Y aunque suene a queja, no lo hago, al contrario: agradezco
infinitamente el mejor momento de la noche. Los cuatro inglesitos bajaron del
escenario y se fueron a una pequeña tarima en medio del Foro Sol y tocar
acústicamente “Shiver”. Y volvió el golpe al estómago y el Ojo-Remi.

Al final, dos encores después y tras “The Scientist”,
Coldplay sólo pudo agradecer y brindar un show de fuegos pirotécnicos. Así fue
su despedida, rápida, sin contratiempos y dejando un sabor dulce en la boca: un
sabor que sabría mejor si estuviéramos en la prepa.

Y de verdad, hagan algo con el estacionamiento.

Domingo 7

Por Leonora Milán

Es raro ir a conciertos en
domingo. Como que la vibra general no es la misma que se tiene en un
viernes o sábado; la gente tiene menos actitud de echar fiesta y esto
por lo general significa que el acto a presentarse lo hace con un inherente: deben vencer la insoportable levedad del domingo
y hacer que la gente tenga una noche memorable.

Hay, desde luego, infinidad
de maneras de lograr lo anterior: un show visualmente impactante, el
uso de props en la onda globos y serpentinas, y por supuesto,
tanto talento y fuerza del grupo que ni siquiera sea necesario el tener
un espectáculo más allá del componente musical. Coldplay logró las
dos primeras; su telonera Natasha Khan y su proyecto Bat for Lashes,
la tercera.

Comencemos con ella.

El duendecillo
británico, ataviada en un trajecito blanco y corto con un par de alas
angelicales, hizo gala de toda la fuerza vocal que posee y que remite,
por momentos, a su madre artística islandesa, Björk (cualquiera que
haya escuchado con atención los dos álbumes de Bat for Lashes no podrá
negar la línea directa entre el estilo de Khan y el del otro elfo de
Islandia). Nueve canciones, nueve momentos de compenetración con un
público que, en su gran mayoría, no iba a verla a ella sino al acto
mucho más pop que nos hizo favor de traerla consigo.

Letras románticas
y azotadas, arpas, carisma, teclados y hispterismo, todo ello se combinó
extraordinariamente bien bajo el cielo estrellado y a la luz de la escenografía
neo-apache en pantalla de LEDs que mostraba un lobo aullando a la luna
en un bosque con un cielo mucho más estrellado que el nuestro. Inolvidable.

Lo bonito, además de Khan misma, era lo bien que el ingeniero de audio
hizo que sonara Bat for Lashes, aún siendo un acto abridor. Se nota
que la gira de Coldplay ha sido larga, y que tanto éste como el responsable
del video conocen bien el acto de Bat for Lashes y le sacan, por ello,
el mayor provecho… Los momentos más fuertes coincidieron con los
sencillos que han tenido rotación en la radio “alternativa”: "What’s
a girl to do", "Prescilla", "Pearl’s Dream" y la impresionante "Daniel", con
la que cerraron su breve set.

Ojo, promotores… esa chica y su banda
merecen una presentación en solitario en nuestro país
. Que todos los
chiflidos que se escucharon en el Foro hayan sido de apreciación cuando
en esta ciudad los que les corresponden a los teloneros son generalmente
de impaciencia, les garantiza un lleno total en cualquiera de nuestros
foros más pequeños.

Después… Coldplay.

Con un extraordinario sabor
de boca llegamos al momento de la presentación de los igualmente británicos
pero por momentos no tan extraordinarios, Coldplay. Esta banda tiene
ya más de diez años dando conciertos que cada vez tienen un tamaño
más grande. La duda era si lograrían llenar (no en público sino en
calidad) un foro tan grande como nuestro Sol…. la respuesta, sí.
Sí, se la saben.

Globos amarillos en "Yellow", rayos láser en "Clocks"
(aunque ya los habíamos visto, idénticos, en su primera presentación
en México… mucha constancia de su parte), papelitos voladores en
forma de mariposa y CD promocional de regalo para los asistentes, visuales
noventerones pero bien presentados en pantalla de LEDs, en fin, mucho
circo, que suele ser sinónimo de mucha diversión
.

Musicalmente, tal
vez un poco flojones. La voz de Chris Martin, repleta de gallos y tonos
agudos, se vio opacada en varias ocasiones por el resto de los instrumentos
de sus compañeros; no ayudaba, además, que el tipo se echara una serie
de carreritas de un lado a otro del escenario, acabando con su aliento.
Además, para los que no le han entrado tanto al Viva la Vida faltó
una serie de canciones de discos anteriores que le hubieran metido más
galleta a su presentación. Sobró, también, el par de remixes medio
ravers que soltaban en los interludios.Sin embargo, en canciones
como "In My Place", "Fix You" y "Viva la Vida" la gente enloqueció,
como era de esperarse en un concierto de una banda que ha conquistado
tanto los corazones de los más alternativos que le entraron a los primeros
dos discos, como los de los más poperos que le han dado con todo al
último.

El momento cumbre para los que tuvieron la fortuna de comprar
boletos de General B fue un set corto acústico que, cerca de la mitad
del concierto, se echaron en el centro de dicha sección, permitiéndoles
acercarse tanto o más a ellos como los que habían desembolsado casi
el doble para General A. De ese set, la más bonita fue "Shiver".

Y lo
más chulo fue la ola de celulares que Chris Martin se dio a la tarea
de organizar
, en español, haciendo que todas las gradas del Foro se
transformaran, momentáneamente, en una onda de estrellas. Hermoso momento.

Se entregaron. Complacieron
al público. Nos mandaron a casa con souvenirs y con una sensación
amable en la panza
, como la que se tiene después de comer un caldito
de pollo en un día de invierno. Es decir, lograron llenar ese foro.
Aún cuando tienen un muy mal gusto en trajecitos (esos feos uniformes
de la promoción del Viva la Vida que al parecer no se han quitado en
más de un año), tienen lo que se necesita para considerarse una banda
de estadio. Y tuvieron, también, el acierto de invitar un acto abridor
que complementó perfectamente su onda más comercial con un poquito
de malicia musical y atmósferas más creativas.

Lo lograron. Superaron
el factor domingo, y fue una noche memorable.

Setlist Bat for Lashes

  • Glass
  • Sleep Alone
  • Horse and I
  • Siren Song
  • What’s A Girl to Do
  • Trophy
  • Pearl’s Dream
  • Prescilla
  • Daniel

Setlist Coldplay

  • Life In Technicolor
  • Violet Hill
  • Clocks
  • In My Place
  • Yellow
  • Glass of Water
  • 42
  • Fix You
  • Strawberry Swing
  • God Put A Smile Upon Your Face
  • Talk
  • The Hardest Part
  • Postcards From Far Away
  • Viva La Vida
  • Lost!
  • Shiver
  • Death Will Never Conquer
  • Don Quixote/Spanish Rain
  • Viva La Vida (Remix)
  • Politik
  • Lovers in Japan
  • Death and All his Friends
  • The Scientist
  • Life In Technicolor II
  • The Escapist