En 2005, después del tremendo éxito del EP, Wolfmother la hizo en grande. Su álbum debut, homónimo también, dio luz a seis sencillos comerciales. (Para que se den una idea, el álbum negro de Metallica tuvo sólo cinco sencillos oficiales.) El disco es una joya de la década pasada gracias a canciones épicas como ésta, en la que le hace justicia a sus influencias directas como Led Zeppelin al hablar de animales y lugares mitológicos. Tremenda.