El cantante Vicentico confirmó su idilio con la Ciudad de México, donde se presentó la noche del jueves ante un Auditorio Nacional casi a tope, con un público dispuesto a cantar, a bailar, a llorar y brincar con las rolas interpretadas por el argentino.

Justo a las 20:43 horas, vestido con camisa a cuadros desfajada, saco oscuro y jeans, el sudamericano salió al escenario y se arrancó con “Ya no te quiero”, mientras casi 10 mil almas lo esperaban con ansias, tanto que le celebraron cualquier gesto, ni siquiera les importó que tuvieran que pasar 7 canciones para que hiciera una pausa y saludara al respetable.

Hombre de pocas palabras, al menos durante este recital, Vicentico dio un recorrido por temas propios y ajenos que ha hecho éxitos, diferentes ritmos que levantaron de sus asientos a los asistentes pero que también los pusieron melancólicos, desde “No te apartes de mí”, “Siguiendo la luna”, “Algo contigo”, hasta ese gran tema de Rubén Blades del que Héctor Lavoe hizo un hit, “El cantante”.

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Obviamente los mexicanos pero también muchos argentinos que han hecho del DF su segunda patria gozaron con cada canción y con la peculiar voz deGabriel Julio Fernández Capello.Poco importaron algunas fallas en el sonido y en el video del inmueble, los asistentes le perdonaron todo al ex vocalista de los Fabulosos Cadillacs, quien cimbró en el interior a los presentes, más con esas canciones que a más de uno le traen recuerdos de su juventud, si no, los treintañeros y cuarentones que eran mayoría en el coloso de Reforma no nos dejarán mentir.

Un ambiente festivo, de hermandad entre todos los presentes fue el que se vivió. Banderas albicelestes, jerseys del Boca o de River y cantar de pie y a todo pulmón las rolas más movidas fueron la constante de la noche.

Pero nada como escuchar esa entrañable cumbia villera “Los caminos de la vida” y “Vasos vacíos”, las dos últimas rolas del concierto con las que los fans de Vicentico primero bailaron y después derramaron lágrimas, porque después de todo, así es cuando uno se encuentra con un viejo amigo.