Ya se hizo tradición cerrar una noche del Vive Latino con un acto de electrónica noventera. En 2011, Chemical Brothers. En 2012, Fatboy Slim. Bajo esta línea, apostamos a que en 2014 toca ver a Prodigy. Y se agradece que traigan a los ídolos del posrave que sonaban en la era de Radioactivo 98.5.

Seguro que a la banda aún se le enchinará la piel cuando suenen los melancólicos acordes de “Born Slippy .NUX”, y se descabritarán para bailar cual Mark Renton en tachas cuando la rola llegue al clímax: “Lager, lager, lager!” gritarán con lo poco que les quede de energía, después de trajinar por todo un viernes en el Foro Sol.

Pero al abrir los ojos después de esta épica, habrá que darse cuenta de que ya han pasado 17 años desde que Trainspotting se estrenó. Y que en términos de música electrónica para bailar, los “chavos de hoy” prefieren a MGMTy Passion Pit, si son hipsters, o David Guetta, AVICII si el mirrrey lifestyle es lo suyo, o Skrillex, si sus gustos oscilan entre lo chaka y el sonido industrial.

No obstante, cabe valorar la presentación que tendrá Underworld por dos cosas:

1) Los monólogos nasales y neuróticos del vocalista, Karl Hyde.

2) El show multimedia creado por el despacho visual Tomato.

Desde sus inicios, las presentaciones del trío inglés suelen ser un despliegue cromático: frases apabullantes y alusiones científico-tecnológicas, que ocasionarán más de un orgasmo a diseñadores gráficos.

Esto queda aún más reforzado si sumamos que Underworld viene de musicalizar parte de la inauguración de los Olímpicos de Londres, bajo la dirección del cineasta Danny Boyle.

Los tiempos cambian y las drogas también: sí, los noventa ya son para el museo, pero bien vale desempolvar los cds de Underworld Dubnobasswithmyheadman (1994), Second Toughest in the Infants (1996) y Beaucoup Fish (1999) y dejarse sorprender por estos tótems de la electrónica.