Alegría, satisfacción, aplausos rítmicos e incluso saltitos en círculos, todo eso provocó The Lumineers la noche del martes en su estreno en tierras chilangas. La espera terminó y una de las agrupaciones con mayor crecimiento en la actualidad conquistó el José Cuervo Salón con la mezcla de una exquisita ejecución sobre el tablado y una vibra de tertulia campirana.

El vocalista Wesley Schultz prometió una velada sumamente divertida… y así fue. Sin gramo de soberbia, relajados e interactuando con el público en todo momento, los estadounidenses disfrutaron todo el recital con una sonrisa imborrable, tanto arriba como debajo del escenario se percibía ese deseo de compartir el momento.

‘Ain’t nobody’s problem’ desató las palmadas para acompañar a Stelth Ulvang en el piano. La aleación es deliciosa: pandero, banjo, mandolina, cello, guitarra, bajo, batería, contrabajo… todo perfectamente conjuntado, nada sobra ni falta. Cada instrumento encuentra su tiempo y espacio para aportar sin opacar a sus consortes.

¿Qué sería de una fiesta de folk rock sin el acordeón? Así es que el mecanismo de viento incurrió ante el zapateado de ‘Flowers in your hair’ . El fulgor tomó presa de los asistentes y el Cuervo explotó en un canto al unísono cuando ‘Ho Hey’ encontró sus primeros acordes.

El juego detemposes una más de sus herramientas para mantenerte en el trance armónico. ‘Classy girls’ jugó con las revoluciones de los balanceos de cabezas, mientras que ‘Falling’ obsequió la enérgica voz de Neyla Pekarek.

Camuflado entre las tupidas barbas de los presentes, Wesley Schultz apareció con su gastada guitarra en medio de la multitud mientras Stelth Ulvang se paseaba asustando a las personas distraídas. ‘Dead sea’ y ‘Flapper girl’ fueron las melodías con las que amagaron con irse, aunque todavía volvieron con ‘Big Parade’ para sacar el lado máscountryde la noche.

Cánticos, danzas y arpegios embriagantes fueron la tónica de la noche. The Lumineers hizo disfrutar a los chilangos con su música, al tiempo que ellos mostraban ser los más divertidos de presentarse en nuestro país. Toda una celebración.