En su libro Our Band Could Be Your Life, el periodista musical Michael Azerrad dice que la culminación del sueño musical indie, llegó cuando el Nevermind de Nirvana desbancó a Michael Jackson en el Billboard. Y quizá tenga razón.

Por alguna razón, los riffs crudos, la voz rasposa y fluctuante y la batería precisa de Nirvana, cumplieron los requisitos necesarios para posicionarse como la banda favorita de una generación. Una generación de incomprendidos.

De camisas a cuadros sobre la playera de su banda favorita, unos lentes chuecos y grabadoras estridentes en las habitaciones. De tardes solitarias y una nula relación con su familia.

Todo aquello transcurrió durante los 90. El sonido de Seattle, la época de gloria para la SubPop, K-Records y disqueras independientes que llegaron a los reflectores de MTV y derivados.

Aunque ahora la carita de los ojos en equis y la sonrisa torcida se puede ver en una niña de 15 años que acaba de ir al concierto de Justin Bieber, el legado de Kurt es algo incuestionable.

Vivimos tiempos extraños, en donde profecías de Los Simpsons se cumplen al pie de la letra, José José sin voz sigue dando conciertos y Ross de Friends interpreta a Rob Kardashian —con el que empezó todo el circo mediático de la dinastía— en una serie que cuenta la historia criminal de O.J. Simpson.

¿Y qué estaría haciendo Kurt a los 50?

Nos aventuramos a hacer algunas conjeturas…

1. Divorcio

Sí, todos lo sabemos. Kurt habría dejado a Courtney. O Courtney lo habría dejado a él. La verdad es que de todas las formas que pudo haber acabado aquello, sucedió la peor. Y las teorías de conspiración abundan. ¿Asesina? Tal vez. Lo que sí, es que si eso no hubiera pasado, quizá Kurt habría dejado a Courtney con una jugosa pensión y largos juicios. De vez en cuándo vería a Frances Bean Cobain —su hija–, y tal vez habría encontrado el amor en una de esas figuras anónimas, que estando fuera de los reflectores, pueden ser más estables.

O quizá hubiera terminado casado con, mmm, digamos Winona Ryder o Shannen Doherty o alguna belleza de esas noventeras que habrían terminado como ideales de las niñas de Tumblr.

2. Post-Nirvana

Obviamente Nirvana se habría separado. Pearl Jam siguen juntos porque ya no tienen competencia en el grunge o en el corazón de los oriundos de Seattle, y las drogas y la personalidad protagonista de Dave Grohl seguramente habrían terminado por disolver la banda. Pero, ¿qué habría sido de su vocalista?

Lo más probable es que se hubiera lanzado como solista. Y en estos casos, hay de dos sopas. O hubiera agarrado sus influencias más punks y habría hecho algo grabado en 8-tracks, visceral, con un tiraje limitado a 500 cassettes en todo el mundo y que algún fanático tendría en Reddit a 128 kbps; o se hubiera decantado por el folk. Canciones en donde explotaría su lado meloso, hablando de relaciones idílicas, noches estelares y respiraciones cercanas. Obvio por eso cayó rendida Winona Ryder.

De cualquiera de las dos maneras, también tendría una colaboración con Lady Gaga.

3. Lo mejor de dos mundos

Si tomamos como opción el lado folkie, está claro que los fanáticos más aferrados de Nirvana, lo repudiarían (aunque en secreto se supieran sus canciones y también “Sorry” de Justin Bieber). Esto habría causado el “fenómeno Zoé”, o el “fenómeno Kings of Leon”, o el “fenómeno Muse”, tomen el ejemplo que mejor se acomode a su estado de ánimo. Aquél en el que de ser un pilar para los auto-denominados “melómanos”, pasa a ser un producto mercadológico apabullante, que tanto puede ser tocado en Radio Disney y Mix, como en Reactor o Ibero 90.9. Aaaah, la bella versatilidad de los músicos.

4. Chau, Dave

Ahora bien, si nos decantamos por el Kurt combatiente, lo-fi y honesto a sus raíces, la cosa sería muy diferente. Seguramente se habría peleado a muerte con Dave Grohl y su “buena-ondez”. Estar tras los tambores puede no ser un papel tan relevante como el de cincuenta personajes en diferentes videos musicales, como aquel legendario sobrecargo de “Learn to Fly” de los Foo Fighters. El espíritu farandulero de Dave habría despertado tarde o temprano y nuestro héroe noventero, habría luchado a capa y espada por mantener una autonomía y cierta credibilidad.

Seguro, el repudio también se habría extendido a Justin Bieber, a will.i.am y a Robbie Williams.

5. Kurt Porkbain

Los hot dogs y los pirogis son productos delicados. Pregúntenle a Elvis por su sándwich especial. Era de esperarse su desenlace. En la película Philomena, una anciana en búsqueda de su hijo adoptado en los Estados Unidos 50 atrás, estaba muy consternada por el estado actual de su vástago. “¿Qué tal que es obeso?”, decía la anciana mientras resaltaba el tamaño de las porciones. Lo más seguro, es que después de una fructífera rehabilitación, y un tratamiento exitoso para sus dolencias estomacales, Kurt gozara de un físico de campeonato… porcino. Eso sí, los ojos que conquistaron a más de una, seguirían brillantes y soñadores, porque ahora una sonrisa asomaría por entre el par de cachetes.

6. El camino del bien

¿Y qué tal que la heroína hubiera continuado? Qué tal que Kurt llega a los 35, decaído pero con el corazón latiendo. Es ahí en donde entraría el Pastor. La figura iluminada de un barbón que vocifera mientras exorciza los demonios del ídolo del grunge. Aaaah, la vida en la secta le cortó la cabellera, lo hizo un poco más rechoncho y le inculcó una pasión por el country à la Keith Urban. Los billetes de Kurt “Rápido” Cobain seguían llegando de a miles, mientras la bandera republicana ondeaba en su pórtico.

La culminación de su carrera llegaría con el concierto a beneficio de la administración de Donald Trump.

Qué joya.

Basta de tanta babosada. Pero se vale imaginar. ¿Qué futuro le veían a Kurt Cobain?

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