Ella se viste con overoles blancos y acaricia la guitarra mientras mira al vacío cual supermodelo de rostro gatuno. Él va de negro, tiene un peinado digno de un anuncio de hairspray ochentero y toca las secuencias desde una especie de árbol percusivo. Así es Sofi Tukker.

Sophie Hawley-Weld y Tucker Halpern se conocieron en una galería de arte, ¿dónde más? Ella amenizaba la noche tocando en un trío de jazz, y él le propuso remezclar sus canciones, pero se inclinaron por hacer algo nuevo entre los dos.

Fue en el verano del 2016 que lanzaron el EP Soft Animals, poblado de una electrónica ligera, sensual y despreocupada. El sencillo “Drinkee” es toda una alabanza al hedonismo: Sophie murmura en portugués acerca de posar, beber y sentirse una diosa, mientras que Tucker tira una base de bajos tropicales perfecta para tomar caipirinhas junto a la alberca.

El video, digno de postal kitsch de Pierre et Gilles los muestra entre una vegetación plastificada poblada por it girls indiferentes: nada alejado a lo que va ocurrir en el Sala Corona, claro está.

SALA, Puebla 186, Roma, vie 25, 20:30 h, $380-$500