Los alemanes, que tocaron ayer en el Palacio de los Deportes, también fueron víctimas de la traducción. A principios de los noventa, su icónica canción Wind of Change se convirtió en un éxito mundial y en un símbolo de paz y unidad, loa cual la hacía sumamente rentable en varios mercados. Por esa razón el sencillo fue traducido al español para el disco “Stars in Spanish” y los resultados tampoco fueron muy buenos. De entrada es una traducción muy literal y pierde la intención de la original, “Vieeentos nuevos” no suena tan motivador como “the Wind of Chaaaange”. Lo peor de todo es que desde que la escuché no puedo dejar de pensar que, cantando en español, Klaus Meine suena muy parecido a Eros Ramazzotti.