Los rumores eran ciertos, ese criticado y ennervante estilo de vida llamado rock and roll es igual o más divertido que lo que había escuchado. Cuatro desquiciados, con las caras maquilladas (uno como gato, otro como cadete espacial, un hombre estrella y el último como el mismísimodemonio) ofrecieron una de las noches más calientes que esta ciudad ha presenciado. Pirotecnia, hombres voladores, estímulos del micrófono a la concurrencia y visceversa, y un par de tímpanos reventados, fueron el saldo del recital de KISS. El lugar: el Palacio de los Deportes.

El foro estaba semi-lleno. Mientras las gradas estaban a reventar, la sección de pista mostraba huecos considerables entre la concurrencia, y no es para menos, con boletos de $1500 pesos en taquilla. En los alrededores del lugar se ofrecían de todo tipo de productos y servicios con referencia a la banda más taquillera de la historia. Las tradicionales tazas, estampas, parches y pines; playeras estampadas con imágenes de los cuatro integrantes, con la gira completa en la espalda, hasta servicios de maquillaje. "¿De cuál quiere? Hay estrellas y el maquillaje de vampiro". Sin embargo, maquillarse ahí se trataba de un suicidio si lo que se quería era competir contra los atuendos de los profesionales, que venían desde sus casas así.

Niños, adultos y jóvenes, todos reunidos para ver a esta especie de Beatles bizarros. Sus rostros, su logotipo y todo su imaginario rebasaron a su música hace mucho tiempo. A pesar de que sí existe una base sólida de fans de la banda, es mucho mayor el reconocimiento de su mitología que el de sus discos. Se trata de un momento de diversión, de esparcimiento y de dejar atrás cualquier tipo de problema. El reto es ir a verlos, del resto… ellos se encargan.

Aparecieron en el escenario en una plataforma que descendía de los aires. Ahí, Gene Simmons, Paul Stanley, Tommy Thayer y Eric Singer se presentaban en carne y hueso ante una ensordecedora ovación. Por fin estaban de regreso. Se arrancaron con una rola de su nuevo álbum, se presentaron y a partir de ahí, el espectáculo más caliente del mundo no paró. La tipografía conformada por LEDs a ras de piso. Atrás, una pantalla gigante que permitía apreciarlos en todo su esplendor. Con la ayuda de arneses, plataformas, juegos pirotécnicos y visualizaciones de fuego, bocinas y colores vivos en las pantallas, ellos hicieron lo que mejor saben hacer: rockear.

Presentaron canciones de su último álbum Sonic Boom (cuya portada aprecía en la pantalla cada que Stanley hacía referencia a él), al mismo tiempo que le dieron una repasada a toda su discografía. En algún momento de la noche, hicieron al público cantar "Guantanamera", en otros el clásico: "griten conmigo", con la amenaza de que la noche anterior había sido la número uno, y que los asistentes debíamos superarlos. Lo que es un hecho es que no sacaron los sombreros de charro y no cantaron "La Bamba" como en la fecha anterior.

Todo lo que alguna vez hemos escuchado sobre Kiss en el escenario, sucede. Gene Simmons escupe sangre mientras hace un solo de bajo para después volar al área de luces y tocar desde ahí. Tommy Thayer y Eric Singer (que reemplazan en personaje e instrumentos a los míticos Ace Frehley y Peter Criss) se avientan una sesión de improvisación en donde vuelan en unas plataformas que parece que son impulsadas por jet-packs. Paul Stanley tocó una canción de Led Zeppelin y después voló al centro del Palacio de los Deportes para uno de los puntos álgidos de la noche: "I Was Made For Lovin’ You".

Se despidieron como los gigantes que son: "Shout It Out Loud", la mentada canción disco "I Was Made For Lovin’ You", "God Gave Rock and Roll to You" que involucró imágenes de Jim Morrison, Janis Joplin y los Beatles en pantallas, para terminar con una fiesta de confeti y euforia: "Rock and Roll All Nite", en una noche inolvidable para los fanáticos del rock. Esperemos su próxima visita y avísele a sus conocidos, que este estilo de vida ayuda a combatir la depresión, los juanetes, el desempleo, la ira, el odio y cualquier otro mal que pueda aquejar al ser humano: al menos durante un par de horas.

Setlist

  1. Modern Day Delilah
  2. Cold Gin
  3. Let Me Go, Rock N Roll
  4. Firehouse
  5. Say Yeah
  6. Deuce
  7. Crazy Crazy Nights
  8. Calling Dr. Love
  9. Shock Me
  10. I’m An Animal
  11. 100,000 Years
  12. I Love it Loud
  13. Love Gun
  14. Black Diamond
  15. Detroit Rock City (rebautizada como "Mexico Rock City")
  16. Beth
  17. Lick It up
  18. Shout It Out Loud
  19. I Was Made For Lovin’ You
  20. God Gave Rock n Roll To You
  21. Rock And Roll All Nite