Con el clásico Go West, Pet Shop Boys encendió al Corona Capital, en un viaje de nostalgias para armar una fiesta al estilo ochentero.
Luego de una hora de concierto por arte de los ingleses donde derrocharon incesantes beats, es que sus fans chilangos se entregaron a los éxitos del dúo electrónico como es It’s A Sin y que llegaron prácticamente al final de su show.
Un ambiente gélido se sentía en el espacio pero con un público ardiente de emociones, que se bañaron de synth pop y la energía de sus integrantes.
El líder de la entrañable banda, Neil Tennant, hizo de las suyas con su peculiar forma de vestir e interactuar con el público, salpicando glamour, mientras Chris Lowe le daba duro a los sintetizadores.
Con unos globos multicolores que estaban sobre los músicos, es que cerraron con Always On My Mind, con un Tennant totalmente agradecido con sus seguidores y quienes les clamaban no se retiraran.