Aviones en combate, edificios incendiados, efectos de gases y otros químicos en los rostros de soldados, y misiles que destruyen casas, son algunas de las imágenes que se presentan en War Work: 8 songs with film, reciente creación de Michael Nyman Band.

Estrenada este domingo en el Auditorio BlackBerry de la capital chilanga, este proyecto es una propuesta fresca audiovisual del prolífico compositor, cineasta y artista visual británico Michael Nyman.

Editada por Max Pugh, con poesía, música y reutilización de archivos fílmicos históricos, el célebre pianista inglés recuerda a quienes murieron en la Primera Guerra Mundial (1914-1918).

Acompañado de la soprano Marie Louis Angel, la pieza de poco más de una hora de proyección, es resultado de un encargo hecho por instituciones europeas al propio Nyman en 2014 para conmemorar el Centenario de la Primera Guerra Mundial.

Ante un gran número de asistentes, entre los que se encontraba la escritora Elena Poniatowska, la pieza no es más que un ciclo de canciones con textos escritos por poetas que participaron en la Primera Guerra Mundial y perdieron la vida, como fue el caso de David Bomberg, Isaac Rosenberg y Alfred Lichtenstein.

Esta obra, considerada por el propio Michael Nyman como su creación más importante, aborda el tema del cuerpo humano como máquina u objeto, inquietud presente en otras obras del compositor, como su ópera El hombreque confundió a su mujer con un sombrero, basada en la novela homónima de Oliver Sacks.

En dicha representación, realizada con materiales franceses, alemanes y estadounidenses extraídos de los archivos de dominio público de esta conflicto bélico, se reconoce a los soldados que murieron, y aquellos que nunca fueron encontrados y la gente simplemente olvidó.

El punto inicial del recital es el título del poema de Gaston de Ruyter, un poeta francés quien murió de un disparo a finales de la guerra el 7 de octubre de 1918 titulado “Chansons veilles su d´autres airs (viejas canciones para otras melodías).

Las chansons vielles, son poemas de poetas franceses, alemanes y húngaros, todos cantados en sus lenguas originales. Además de Geza Gyoni´s ‘Csak Egy Eiszkara y otras melodías, seleccionadas por el propio Nyman de composiciones escritas por autores ingleses, belgas, alemanes, austriacos, polacos e italianos de los siglos XVII y XIX.

Con este trabajo Michael Nyman, recuerda aquello que fue borrado de la memoria por las propias dinámicas de la guerra: los horrores que pasaron los soldados desconocidos, aquellos que nunca fueron encontrados o que perdieron la vida.