Esta es la historia de Ricardo. Un chico caribeño de grandes pectorales y pestañas. Ricardo era un chico normal (en palabras y mentalidad de Esteban Arce). Fuera de que sus compañeros lo molestaban con todo tipo de nombres peyorativos, vivía una vida tranquila.

Pero un día decidió salir del clóset.

Metáforas aparte, Ricardo declaró su homosexualidad ante el mundo y comenzó a vivir "La Vida Loca", como también versó alguna canción pop. No le importó lo que nadie dijera, porque a nadie debía importarle lo que él hiciera. Y a ritmo de Alaska y Dinarama (hubiera sido mejor que se llamara Dinamarca), decidió hacer una compilación de canciones para defenderse de un mundo que incrimina y señala al que es diferente…

A continuación viene la primera parte de esta mezcla, con canciones que van desde lo flagelante hasta las que gritan a los cuatro vientos: "así soy, nunca cambiaré-ie-ie y valgo mil".

Dale siguiente, y deschóngate, porque en una de esas tu también decides que el godínez que se sienta a tu lado es más que un compañero de trabajo. Ni modo, así pasa cuando sucede (sic).

Qué… ¿Estabas esperando una nota sobre Ricky Martin?
…Pues ¿por quién nos tomas?