Desde la era en la que casábamos mamuts hasta estos inhóspitos tiempos de tecnología bondadosa y malvada a la vez, hay algo que siempre ha estado presente. No hablamos de tu bisabuela, sino de la música. Además de ser un arte, la música puede ser tanto una máquina del tiempo que te lleve al momento en que se conocieron tus papás o un reflejo de lo que somos actualmente que además nos conecta con los demás.

La música ha evolucionado junto con la gente. Tal vez tus familiares de edad avanzada son de los que le dicen a la música con líneas de bajo “canciones de punchis punchis”, pero seguramente sabes que los géneros que escuchas como el Bass, Dub, Jungle, Trip Hop y Dubstep necesitan de algo llamado “beat”.

Si crees que nos estamos poniendo muy técnicos, empecemos por los orígenes: hace más de 40 años, un grupo de Dj’s, productores e ingenieros en Jamaica comenzaron el movimiento “sound system”. Los creadores cargaban una camioneta con un generador y un potente sistema de audio para echar la fiesta donde fuera y cuando fuera. Este concepto llegó en la década de los setenta a las costas de Inglaterra y a los británicos los volvió locos. Como resultado de la oleada surgieron ritmos que de no ser por ellos, la estaríamos pasando muy mal en el antro: ska, rocksteady, reggae y dub.

Aquí la cosa es: ¿de dónde sacan tanta onda los jamaiquinos? Resulta que en este país las altas temperaturas los obligaron a crear ritmos down-low que les permitiera continuar la fiesta frescos como lechugas. El contraste de rapidez en la música con la desaceleración marcaron mucha de la música que tenemos en nuestros reproductores.

Podemos seguir hablando de los bajos y su importancia en la música mucho tiempo, pero dejémonos de historias. Lo realmente importante aquí es que la música se puede entender, pero si no la sientes es como si te comieras un taco sin salsa. Ya sea que una canción y sus beats te recuerden a tu infancia, o un momento con tu ligue de la prepa, la música te genera momentos inolvidables.

La música es vital para entendernos entre todos, pero sin buen sonido las experiencias jamás serían las mismas. Este elemento puede cambiar los beats y, por lo que hemos escrito antes, podemos estar de acuerdo en que nadie quiere eso. Aunque no lo creas, la calidad del sonido es decisiva para que una canción se quede en nuestra memoria y trascienda más allá en nuestras vidas. Por eso, recomendamos que cuides el sistema en el que reproduces tus álbumes favoritos. Para seguir el ritmo del beat entra a https://decidirhoy.com/

Nota: Integración Publicitaria. Este contenido fue realizado por el equipo de redacción alternativa de Chilango.