Baxter dice:
Este tipo ha sabido hacer de todo tipo de música electrónica. En este track, que se desprende de su más reciente álbum, lo encontramos mucho más relajado, orientado hacia la música para cantar y no tanto para involucrarse en un viaje inducido por psicotrópicos (aunque algo hay de ello). Una canción perfectamente bien realizada, bizarra a primera escucha, pero con un toque de perfeccionismo entrañable y disfrutable. Play y play de nuevo. 9 minutos de gozadera post-electro-hipster-raver. Ándenle, denle play.

Pepe dice:
Me
gustaría escuchar esta rola viendo la pista de un aeropuerto. La melodía te
lleva por diferentes estados anímicos y jamás se desploma (eso a pesar de los
casi diez minutos de duración), te hace viajar. Además, la voz sepulcral de
Matthew Dear contrasta con el tipo de electrónica a la que estoy habituado.
Me remitió a un parrandón de monjes cartujos que entonan sus salmos en el punto
más recóndito de la selva negra.

Ruy dice:
En términos generales, la canción me aburre. Creo que no es mala: tiene buena melodía, buena estructura, y supongo que la hace muy bien de música de fondo. Pero me aburre. Next.