Disco
Sea Change (2002)

La historia del disco que contiene esta tristeza sónica es terrible, Beck, enamoradísimo de su mujer, descubre vía electrónica que esta le ponía duro los cuernos. El resultado es uno de los discos más nostálgicos de la década pasada, y curiosamente uno de los mejores logrados. “Lonesome Tears” lo tiene todo: violines, ritmo de palpitación y una letra honestamente desgarradora. Tristiémosle agusto.