Los Planetas, El Columpio Asesino, Delorean, La Habitación Roja, Havalina, Love of Lesbian, Dorian, Vetusta Morla, Triángulo de amor bizarro… En década y media el rock español gestado en la independencia se ha robustecido, supo alejarse de la baja fidelidad involuntaria, del desorden de la autonomía, y hoy poco le envidia a la sonoridad del indie primermundista.

A estos célebres nombres podemos sumar uno tan contundente como su fonética: León Benavente. Grupo formado apenas hace tres años por cuatro músicos de colmillos tan largos como las colas que ofrecen para pisar: Luis Rodríguez, César Verdú, Eduardo Baos y Abraham Boba.

Esta redondilla de pulcros instrumentistas comparten una larga historia en la música popular de su país que involucra nombres como Tachenko, Ornamento y Delito, Schwarz, La Cuarta Trama, Belmonde y Nacho Vegas. Este grupo es novel, sus integrantes no. Se asociaron en marzo de 2012 y 11 meses después grabaron en tan sólo cuatro días su Lp debut con el que han ganado dos premios UFI y El Ojo Crítico de música moderna.

León Benavente son cuatro adultos que dominan el oficio musical, que saben ponerse al servicio de las canciones, que evitan el lucimiento personal, que conversan sin prisa de guitarras o política y que están de visita para tocar como grupo por segunda vez en México. Aquí unos fragmentos de nuestra charla, pero antes, una canción.

Que el futuro se apiade de mí’, reza la octava canción de su primer disco, ¿el destino ha tenido misericordia de ustedes desde que la grabaron?

Abraham: Pues no nos podemos quejar, desde que salió el disco sólo nos han pasado cosas buenas. Desde que montamos este grupo ha habido una estrella o algo…

Eduardo: Nació con una flor en el culo, vamos.

Abraham: Sí… (risas), pero esa es una expresión española que no creo que se use aquí.

¿Y qué significa ‘nacer con una flor en el culo’?

César: Tener suerte, buena estrella.

Abraham: Pero también es verdad que hemos trabajado mucho, y cuando se combinan la suerte con el esfuerzo las cosas suelen marchar bien.

¿Qué buenos recuerdos tienen del rock español de los ochenta?

Luis: Ilegales.

César: Parálisis permanente.

Abraham: Décima víctima.

Eduardo: Golpes bajos.

Abraham: Pero lo que más se conoce de lo que se hacía en España en los ochenta, los grupos de La Movida, eran un “totum revolutum” cuya calidad musical es cuestionable.

Luis: Fue un despertar artístico ingenuo después de la dictadura.

Y ustedes, como ciudadanos españoles, ¿cómo explican que en su país prevalezca la monarquía?

Luis: Todo un misterio, pero es el pan y circo del pueblo.

Eduardo: Aunque el panorama está cambiando, hasta hace poco nadie se podía meter con la familia real y hoy se les critica abiertamente.

Abraham: Y curiosamente son los personajes principales de la prensa del corazón, son como seguir un reality show, pero sí que es verdad que está cambiando.

César: Es una costumbre anacrónica que se da por el sometimiento del pueblo. Lo lógico es que pronto desaparezca con los relevos generacionales, para nuestros abuelos era algo natural, nosotros ya no lo vemos bien, los más jóvenes menos.

La industria musical independiente hispanoamericana se está profesionalizando, la calidad de producción de su disco homónimo debut no le pide nada a la sonoridad de cualquiera, ¿cómo lo financiarion?

César: Lo grabamos en cuatro días en los Estudios Matadero de Madrid con el dinero de una beca que nos dio Red Bull. A partir de ahí nosotros pagamos la mezcla y masterización del disco, se lo ofrecimos al sello independiente Marxophone, llegamos a un buen acuerdo y ellos se encargaron de maquila y distribución.

Abraham: Marxophone es una plataforma de autoproducción, el artista invierte, la disquera invierte y trabaja como un miembro más del grupo, las ganancias se reparten adecuadamente y todos ganan. Es el modelo que mejor funciona desde la independencia.

¿Y cómo les ha ido en ventas?

Eduardo: Entre las copias del CD, los vinilos y las descargas digitales hemos vendido unas siete mil copias.

Abraham: Que a como están las cosas en España, no está nada mal.

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Con ánimo de reconocimiento y no de adulación, les digo que la décima canción de este disco es una de las grabaciones más emocionantes e interesantes que he escuchado en esta década. ¿De qué colegas españoles podrían ustedes decir lo mismo?

César: “Toro” de El Columpio Asesino.

Eduardo: En esa coincidimos los cuatro.

Luis: El disco de Iñigo Cabezafuego que salió a la venta hace poco.

Abraham: Pablo Und Destruktion es un músico con el que hemos coincidido en varios conciertos y me parece que sus grabaciones y directos tienen mucha calidad y potencia.

Si el rock les gusta de frente, sugiero que asistan a alguno de los directos que León Benavente ejecutará en nuestra ciudad (y sus alrededores).

Sábado 21 de marzo, 20:00 hrs., Sala Nit Club, Metepec, Estado de México
Lunes 23, 17:00 hrs., estación del Metro Tacubaya, Miguel Hidalgo, DF
Miércoles 25, 19:30 hrs., Fonoteca Nacional, Coyoacán, DF
Viernes 27, 20:00 hrs., La Mina de Roma, Tultitlán, Estado de México
Sábado 28, 20:00 hrs., Centro Cultural España, Centro Histórico, DF

Para saber más de ellos, naveguen por marxophone.es y facebook.com/LeonBenavente

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