Si algo unió a los asistentes de Electric Daisy Carnival México fue su entusiasmo por vivir el festival más allá de la música. Aunque algunos llegaron con breves listas de los actos que querían atestiguar, los juegos mecánicos, las luces y los múltiples estímulos visuales se cuentan entre los rasgos favoritos de todos con los que platicamos al final de este domingo.

En el caso de Mariana N., estudiante de Informática de 17 años, siempre le ha atraído el ambiente. Con esta edición, es el cuarto año que asiste. Y si bien suele gustarle todo lo que encuentra en el festival, este año no se perdió los sets de la mexicana Mariana Bo y del sueco Alesso.

Claudia, mercadóloga de 30 años, prefirió pasar la mayor parte del tiempo en los juegos mecánicos junto a su novia, y desde las filas inmensas o desde las alturas, pudieron ver suficiente como para asegurar que el ambiente del festival es inmejorable.

Ernesto, de 28, y Alejandro, de 23, ambos empleados de una aerolínea, coinciden también en señalar el set de Don Diablo como su momento climático del domingo, pero Ernesto ha disfrutado también el diseño de los escenarios, mientras que a Alejandro fueron las luces las que lo emocionaron. «No había venido a EDC en México, y siento que hicieron falta más DJ’s internacionales», dice Ernesto. Ambos caminaban mientras llegaba el turno de ir escuchar el set de Alesso.

Cuando nos acercamos a Pamela Montes de Oca, estudiante de Economía de 21 años, estaba esperando que salieran The Chainsmokers al escenario Kineticfield. «Me encantan sus canciones». Con esta edición, es el tercer año que acude a EDC, donde probablemente lo que más disfruta es bailar con sus amigos.

Dafne, estudiante de prepa de 18 años, pudo finalmente venir este año a EDC luego de tres intentándolo sin conseguirlo. Llegó sin lista de actos imperdibles, pero se dejó sorprender, y para el final del domingo ya tenía dos favoritos: Alesso y Don Diablo. «Ha sido lo mejor que me ha pasado», dice categórica.

Para Aranza Villaseñor, ingeniera en software de 26 años, es la primera vez que viene a EDC. Un amigo le recomendó el festival, y aunque ella no estaba muy convencida de asistir por no ser muy fan de la música electrónica, le gustó mucho la experiencia.

«Todo se me ha hecho muy padre; los escenarios están muy bien diseñados, todo el espectáculo, los fuegos artificiales, todas las atracciones que hay, el ambiente, toda la gente muy respetuosa, cada quien en su ambiente, pero muy chido todo. Volvería a venir».