Este 10 de marzo, en el cumpleaños de Lupita D’Alessio (62 años), queremos compartirles un poco de su sabiduría pa’ estas cosas del amor. Siempre romántica e intensa a más no poder, la ‘Leona Dormida’ nos acompaña en cada una de las fases de una relación: risas, mocos, risas y mocos otra vez. Al fin y al cabo: ¿quién puede saber más del tema que ella? Cinco casamientos y un chorro de affaires en su haber lo dicen todo.

0: La pre o el buen lejos…

No nos hagamos mensos. A veces uno (a) cree conocer al verdadero amor de su vida después de una guarapeta de aquellas. Es viernes por la noche y con unas copitas de más, hasta los clones del Changoleón resulta ser un Brad Pitt en potencia y la Chupitos se convierte en una top model que no le pide nada a Gisele Bundchen.

Pa’ esos momentos de gozo inicial y rebozo final, “Acaríciame” es la mejor opción: “yo quiero que te sientas hoy de mi / acaríciame / y goza como yo de este placer / y qué importa que no sepa ni tu nombre…”

1: En la que te haces pasar por un pan de Dios…

Eres un (a) primerizo (a) del amor. Él/ella te late un restorán. No conoces su segundo nombre pero ya sabes cómo se llamarán los 3 o 4 hijos que tendrán juntos (as). Ya aceptó tu solicitú de amistá. Te sudan las manos, las rodillas te tiemblan y, al verlo (a) pasar (o en su nueva foto del Feis), te imaginas recibiendo el “Los declaro en sacrosanto matrimonio” en la iglesita de un pueblo mágico.

Él/Ella te contesta los mensajitos con un simple “OK” y ya no te deja en visto. Tú, queriendo atraparlo (a) entre tus redes (no solamente sociales), le dices un “hay que vernos, ¿no?”. Acepta y tú armas el mejor plan.

En estos primeros tiempos de etapa católica, apostólica y romana de una relación, la tía Lupita canta contigo: “es un peligro desearte tanto si recién te he conocido / no interesarme lo que me pase por querer estar contigo…”

2: En la que despiertas al salvaje que llevas dentro

Ya te abriste cancha. Ir al concierto de los Comandantes Bestiales, grupo que odias pero que es el favorito de tu llegue y comer tacos de alacrán güero en el bar de moda que le encanta a tu quelite, valió la pena.

Todo sea en nombre del amor. Te perjumas, te das manita de gato y te bañas dos veces cada que se ven. Es hora de recibir los frutos de tu arduo trabajo. Tú ya vislumbras las bodas de plata. Ante los demás, dices que es un enamoramiento tipo Disney pero todos sabemos tus negras intenciones de echártelo (a) al plato.

La D’Alessio, digna conocedora de las pasiones del cuerpo, canta: “no sé qué tiene tu mirada / por la que llevo doble vida / durante el día soy la dama / y por las noches se me olvida…”

https://www.youtube.com/watch?v=ajuu2MgDByY

Ah, pero mientras tú estás flotando en las nubes, esto, que le dedica su ex, es lo que está sonando de fondo: “inocente pobre amiga, no sabe que va a sufrir…”

3: La de las sábanas calientes…

¡Vientos huracanados del norte! Por fin, él/ella cayó en tus garras y a ti ya te bajaron el Sol, la Luna, las estrellas y los chones. Todos los días y a todas horas, cena Pancho. En el pleno cachondeo, ya dejó “por casualidad” su cepillo de dientes en el baño y sus Crocs fosforecentes debajo de la cama.

Pa’ ti, todo marcha viento en po(m)pa. Vive hasta la fregada pero a ti no te importa pasar chorroscientas horas atascado en el tráfico. Eso de “mi amor no pasa de tres estaciones del Metro/Metrobus”, ya fue. Lo de hoy es atravesar Satélite o perderse en el Ajusco por tu amado (a) y le susurras al oído un desafinado: “por entregarte todas mis cosas / y en ti sembrar todas mi rosas / por adorarte como yo quiero / me muero, me muero…”

4: La de cuando se está pasando…

Ya donaste tres cuartos de hígado pa’ pagar el Acapulcazo, los peluchitos de Bob Esponja (su caricatura favorita), las joyas de chapa de oro y la última temporada de esa serie sueca que ni sabes pronunciar.

Como no todo es miel sobre hojuelas, ya te diste color de que el/la susodicho (a) no merece la canonización. Empiezas a sospechar que es medio ojo alegre y se le da muy bien eso de meterte celos. ¡Problemas en el paraíso! Tus cuates y tus amigas te lo advirtieron y se la mientan mientras te atiborran de caballitos de tequila.

Pos sí, te la aplicó. Tú, malacopeando y besando al (o la) que se te ponga enfrente, te sueltas a chillar en conjunto con la tía Lupita un “y que de celos yo por ti me moriría / Tú no me miras por temor a delatarte o amargarte / Óyeme bien dile a esa otra / que aquí se porte bien / que no se atreva y que sepa quién es quién / que donde hay dos es imposible que haya tres…”

https://www.youtube.com/watch?v=e3RDY0RiI3A

5: Y va la de “hoy voy a cambiar…”

Al día siguiente, con la baba a mitá de la papada y restos de labial en los cachetes, se presenta el/la que rompió tu corazón en cachitos. Te jura y perjura que nunca volverá a pasar y que te ama tanto como a tu billetera (quizá un poco más). Te entra el malviaje de la culpa, ni modo. Tú también la regaste y ni pa dónde hacerte. Doblas las manitas y te le das tocho (a)-morocho(a) nuevamente.

En pleno agasajo se te olvidan las jaladas hechas y por hacer. Pa acabarla de amolar, le ruge la bocina y no conoce el desodorante pero tú te aferras repitiendo los alcoholitos que te echaste y esto cual mantra: “Hoy voy a cambiar / revisar bien mis maletas / y sacar mis sentimientos / y resentimientos todos / hacer limpieza al armario / borrar rencores de antaño / y tristezas que hubo en mi mente / para no sufrir por cosas / tan pequeñitas…”

https://www.youtube.com/watch?v=zV1IjFe2W5g

6: La que sí pero no…

Se agarran del chongo a cada rato y por cualquier cosa (hasta por si la mosca vuela). El drama está a todo lo que da. Ya nada los contenta y el alebrestarse es lo de todos los días. Pero a ti te gusta sufrir. Están viviendo un peliculón basado en una novela rusa (rusa repito, no rosa, ¿ok?).

Después de una terapeada (o cachetadas de tus allegados), te decides (por fin) a darle gas pero él/ella se te adelanta y te dice “ahí mejor muere” mientras le da play a este rolón: “ni guerra, ni paz / no quiero verte más (no quiero verte mas) / me convencí que no te haré feliz / Ni guerra, ni paz que poco tu me das (que poco tu me das)…”

7: La de que ganas de no verte nunca maaaaaaaaás

Por fin te cayó el veinte de que te piñaron y que el/la culpable merece quemarse en todos y cada uno de los 9 círculos del Infierno escuchando por la eternidad esta suculencia:

¡Lupita, eres grande!

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