Con un show dividido en dos partes, una mitad acústica y la otra rockera –el tiempo no pasa en vano- el cuarteto ya entrado en canas apeló a la nostalgia de los 80’s a través de la interpretación de sus más grandes éxitos con un trío de guitarras acompañadas por el sonido del teclado y la batería.

Desde el principio David adelantó que sería una noche llena de sorpresas y durante la primera parte del concierto Miguel Bosé (Lo noto), el ex vocalista de Duncan Dhu, Mikel Erentxun (Un par de palabras) y del dueto mexicano de pop Ha-Ash, (Temblando) se subieron al escenario para interpretar temas consagrados.

Summers se acabó en elogios a sus invitados y aunque no terminaron por hacer clic sobre el entarimado al lado de Bosé y Mikel, las chicas de Ha-Ash sí lograron extraer lágrimas de los asistentes que aplaudieron hasta el cansancio la emotividad del acto.

Para la segunda mitad terminaron las intervenciones de los que llamaron sus grandes amigos y comenzó el verdadero reven que hizo sentir la energía de las guitarras eléctricas.

Los acordes anunciaron las canciones más movidas que lograron catapultar los ánimos y las voces en el Auditorio; para entonces eran pocos los que decidían hacer un alto y descansar en sus butacas, pues el ambiente festivo mejoraba canción a canción.

Con un total de 27 rolas, David, Javi, Rafa y Dani agradecieron a los asistentes el lleno en el recinto, dejando que fueran ellos quienes interpretaran a coro fragmentos de destacados himnos como ‘Te quiero’, ‘Marta tiene un marcapasos’, ‘Nassau’ o la inolvidable ‘Visite nuestro bar’.

La respuesta de los fanáticos (incluso algunos con mantas en honor a Hombres G) reflejó emoción en los rostros de los españoles, quienes demostraron la satisfacción de estar de visita una vez más en México con espléndidas sonrisas al escuchar en voz de los asistentes sus más grandes éxitos.

El momento gracioso llegó durante la interpretación de ‘Suéltate el pelo’ cuando una fan lanzó un ‘sujetador’ al escenario justo a los pies de David Summers y éste la colocó en la batería de Javi, quien mostró su aprecio por el regalo montándoselo como cinta sobre la cabeza.

La interpretación de ‘Venezia’ fue todo un lujo para la mayoría de los seguidores que rondaban entre los 25 y los 40 años. Un intro bastante peculiar –a capella por el propio Javi apelando a una voz de tenor- provocó el vaivén de las palmas y la emoción de los asistentes. Ni una garganta se mantuvo en silencio en la recta final del concierto.

El cierre digno fue precisamente con ‘Devuélveme a mi chica’ (sí, esa con la frase alguna vez censurada ‘Sufre mamón’ entonada a todo pulmón por los asistentes), con ella hicieron emanar la reserva de energía en el recinto antes de marcharse del escenario entre ovaciones y aplausos. Síntomas inequívocos del deseo de una última canción que bien pudo ser ‘México’, pero que el cuarteto se guardó para mejor ocasión.