Muy al principio de su ser, Shirley Manson, la vocalista de Garbage, tomó el micrófono por varios minutos para hablar del gran significado que era para ella presentarse en el mismo escenario que Debbie Harry, quien ha estado al frente de Blondie desde mediados de los setentas. Para los asistentes de la última fecha en el Rage and Rapture Tour que tuvo lugar en el Palacio de los Deportes, es algo que estaba palpable desde la entrada.

Manson aprovechó el set de Garbage para hablar de la unidad y el feminismo así como de solidaridad con la comunidad LGBT. También aprovecharon para dar una vuelta consciente por toda la carrera del cuarteto noventero, del cual escuchamos grandes éxitos como “I Think I’m Paranoid”, “Cherry Lips”, y “Special”. Por desgracia, los excesos electrónicos que los caracterizan hicieron que sufrieran del famoso sonido del “Palacio de los Rebotes”, también sufrieron un poco de varias canciones de discos recientes un poco más indulgentes y sin tanta genialidad.

Afortunadamente el set cerró muy fuerte. “Stupid Girl” y “Only Happy When It Rains” tuvieron intros de fuego lento antes de prenderse con todo. “Push It” fue alucinante y frenética, rematada por “Vow”, la cual continuó con esa energía; desgraciadamente fue la última canción del set. Manson continúa siendo una de las mejores frontwomen, y aunque nos faltaron varias fue un gran desempeño.

Siendo esta la gira de su disco llamada Pollinator, Debbie Harry aprovechó para salir con un vestido y antifaz de abeja, un gesto al medio ambiente pero sobre todo, un detalle increíble al ver a esta leyenda de tal manera. Comenzaron con las guitarras a tope, “One Way Or Another” seguida de su legendario cover de “Hanging On The Telephone”, derrochando energía y carisma.

Aunque apoyados por músicos de sesión, los miembros originales de Blondie, tanto Harry como el guitarrista Chris Stein y el baterista Clem Burke estaban a todo, sobre todo el último cada que empujaba los finales de las canciones a tempos dignos de los Ramones, lo cual ocurrió muy seguido.

Hubieron gratas sorpresas y otros momentos que no por verlos venir dejaron de tener impacto, además que sus nuevas canciones suenan muy bien. Al disco/glam/rap de “Rapture” le siguió un pequeño cover de “Rainy Day Women #12 & 35” de Bob Dylan (“everybody must get stoned”); poco después salió la más esperada para muchos, “Maria”, la canción de 1997 que los devolvió al mapa musical. Terminaron su primer set con dos momentos enormes, “Atomic” y “Heart Of Glass”, la gente coreando y bailando a todo.

El encore comenzó con un cover muy punk de “My Heart Will Go On” de Céline Dion, sí, la canción de Titanic, para luego soltar “The Tide Is High” y terminar con la increíblemente hermosa “Dreaming”. Todos terminamos bailando, cantando y sonriendo, encantados por una velada que nos dio música furiosa, emotiva, oscura, alegre y sobre todo humana.