Cuando Feist anunció hace unos meses que presentaría su nuevo álbum Pleasure en el Teatro de la Ciudad, pocos imaginaron que lo interpretaría completo. O al menos así se sintió el ambiente ayer, en el primero de los tres conciertos que la canadiense ofrecerá en nuestra ciudad.

Desde las 7:20 de la noche, comenzaron los chiflidos en un teatro que extrañamente no se llenó. Al principio fueron discretos y esporádicos, pero cinco minutos después, constantes y más fuertes. A los 10 minutos ya rayaban en lo insoportable; pero justo en ese momento apareció Feist.

Un vestido/jumpsuit rosa con holanes como vestimenta, una guitarra acústica que jamás dejó de lado y sus cuatro compañeros de Broken Social Scene fue todo lo que acompañó el sencillo escenario sobre el que la cantautora tocó, luego de seis años de ausencia en nuestro país.

Todo el tiempo hablando su mejor español entre cada canción, Feist se aventó completa su nueva producción. La cual anunció como: «It’s not only my pleasure, but your pleasure too», para luego decir ahora sí en español: «Nosotros tocamos la nuevo álbum. From [sic] la primero al último».

¿A qué suena Pleasure? Durante la más de una hora que duró esta parte del recital, se escuchó a una artista que alcanzó madurez musical. Su sonido se ha alejado de las comparaciones que le hicieron al inicio con sus contemporáneas, Regina Spektor o Lykke Li; ahora recuerda más a algo que harían PJ Harvey o la misma Patti Smith.

Tal vez por eso el público, conformado como en un 20% por actores del cine nacional actual y el otro 80 por habitantes de la Roma y Condesa, permaneció todo el tiempo sobre sus butacas y hasta en ocasiones parecía aburrido en esta primera parte de la presentación.

Es un álbum menos bailable, más lento, con mayor melancolía que lo hecho antes por Feist, pero temas como “I wish I didn’t miss you”, “Lost dreams”, “Any party”, “Baby be simple”, “I’m not running away” o “Young up”, sonaron muy bien, incluso mejor que en aquellas tres fechas en el Teatro Fru Fru que se echó en 2011.

Además la cantante le tiene gran cariño a México, se escuchaba en sus palabras cuando dijo que deseaba hablar mejor español porque ama el idioma o que por algo escogió a nuestro país como uno de los afortunados para presentar el disco.

Incluso cuando finalizó la primera parte de su presentación, tuvo que motivar a la gente para que se pararan de los asientos y se animaran a bailar un poco: «Si se quieren levantar y moverse por un momento».

Lo siguiente ya fue como el regalo del día del niño para quienes querían oír sus éxitos, con “How come you never go there”, “Let it die” y “1234” de cierre, que fue la única con la que la gente de verdad se puso a bailar.

Quizá hoy y mañana la respuesta sea distinta, es probable que a Leslie, le tocó la mala suerte de tocar en domingo de puente o tal vez como asistentes a un recital, es difícil escuchar completo un disco nuevo.

Pero si van esta noche o la siguiente, Pleasure ya lleva en iTunes como una semana, así que aprovechen para oírlo de una vez y así prepararse para la mayoría de lo que oirán en estos dos conciertos restantes.