Disco
Eternal Sunshine Of The Spotless MInd (2004)

Todos tenemos que aprender… todos necesitamos un poquito de luz. Todos debemos de oír a Beck, tomar una botella de tu alcohol favorito y hundirte en tus propios demonios. Esta canción, del OST de Eterno resplandor de una mente sin recuerdos, aglutina la premisa esencial del film, y tiene la virtud de superarla: el inicio de la rola una canción fúnebre que entona elegías con la voz rasposa de este güero cuya especialidad destrozar la esperanza de que algún día encontraremos el verdadero amor.