La legendaria banda argentina Enanitos Verdes volverá a nuestro país el próximo 19 de agosto, cuando se presenten en el Auditorio Nacional. Por si fuera poca cosa la oportunidad de ver a Marciano, Felipe y a Jota en formato de trío, vienen de nueva cuenta con su disco Tic Tac.

Con motivo de lo anterior, pudimos platicar con Felipe Staiti, guitarrista fundado del grupo. Checa lo que nos contó.

Tienen nuevo álbum, llamado Tic Tac, y son una bastante experimentada, con muchos años de carrera. ¿Cómo logran mantener su espinita creativa, las ganas de seguir haciendo cosas nuevas?

-Yo creo que eso justamente es lo que te mantiene vivo. Es muy difícil vivir de laureles que se ponen amarillos con el paso del tiempo. Creo que nosotros tampoco somos de los que nos quedamos en un éxito, en un disco que le fue bien y morimos ahí. Creo que, al contrario, nuestro motor es justamente hacer música y también haces cosas nuevas porque es una manera de reinventarse y de estar…nada, es parte de la vida. Es lo que nos moviliza realmente. Estamos en la música por la música en sí misma, no vas detrás del éxito y nada más, ¿me entendés?

En cuanto a la grabación, producción y toda la cuestión de composición, ¿qué extrañarías o qué ya no hay, por ejemplo, en Tic Tac en comparación con los primeros discos?

-Fundamentalmente creo que uno ahora pisa en terreno más firme. En el primer disco había mucha “inocencia”, por ejemplo, con el sonido de la guitarra. Yo lo grababa de una manera y sabía que no sonaba como yo esperaba, pero pensaba que después se iba a arreglar, que iba a venir una varita mágica o algo, la mezcla, etc., y bueno, una gran lección de ese primer disco fue eso: que lo que está grabado más o menos, va a sonar más o menos; lo mal grabado va a sonar mal, y lo bien grabado va a sonar bien. Entonces, si uno quiere tener un buen sonido editado en un disco, hay que tener un buen sonido de guitarra y grabar un buen sonido de guitarra, ¿me entendés? En esos aspectos, creo que uno ya tiene en la cabeza cómo tiene que hacer para grabarlo, para que suene de esa manera. Esos errores primarios, de falta de experiencia no los cometemos en este tiempo, comentemos otros, pero ésos no. A eso me refiero con que uno pisa en terreno más firme hoy.

¿Cómo te sientes ahora que, nuevamente, retomas el formato de trío, con Marciano y con Jota?

-Yo creo que me siento un poco “volver a la adolescencia”, cuando empezamos a tocar con Marciano, que éramos un trío, y también recuperamos un poco el sonido de los discos Big Bang y Guerra Gaucha, ya que también fueran grabados en trío, netamente. Ahora con este Tic Tac que fue grabado en trío, y ahora que tocamos en vivo en trío, estamos transitando nuevamente por esos caminos, que creo que es el formato que mejor nos queda y donde más cómodos estamos. Así que Jota, que en vivo es una locomotora, creo que hace que te contagies de vitalidad, de cierto aroma adolescente, insisto, de bandas de garaje, ¡que está muy bueno!, que es como seguir estando vivo, ¿me entendés?

Cómo describirías el nuevo disco, Tic Tac.

-Creo que es una fotografía, una mirada de nuestra realidad hoy, como Enanitos Verdes; tanto a nivel sonoro como a nivel estético, musical, y también en la parte literaria. Me parece que es un disco que ha sido muy bien logrado porque hemos cuidado, como en todos, las canciones, los acordes, las palabras. Y creo que este disco en especial, ha sido logrado en cuanto a lo que se imaginaba que iba a ser. A veces uno se imagina el disco, y termina siendo una versión de lo imaginado, o nada que ver a lo que uno imaginó. En mi caso, me había imaginado el disco tal cual está, en su estética, en su sonido, entonces eso para mí es un gran logro. Por lo menos es coherente con el pensamiento.

El nombre, Tic Tac, ¿empiezan a sentir ustedes presión del tiempo, de los años, una carrera contra algo…?

-No, en realidad Tic Tac es una de las canciones del disco. A lo que hace referencia es que en un “tic-tac” las cosas cambian, y creo que en la vida, a veces, en un “tic-tac” cambia una situación de otra, por mil razones. Volvemos al tema de la inmediatez: en un momento estás con una seguridad de tantas cosas y de repente pasó algo inesperado que fue un “tic-tac” y cambió el rumbo de tu vida, o de las cosas, ¿entendés? Es eso, la fragilidad a la cual estamos sometidos los seres humanos, en cuanto a que las cosas que uno da por sentado, la mayoría de las veces cambia.

¿Cuál sería tu canción favorita de Tic Tac?

-Me es muy difícil elegir una canción del disco, todas gozan de mi amor, participación, y de mi total entrega, pero una de las que más me gusta es “Cocktail”.

https://www.youtube.com/watch?v=lkZhMdV_8jE

Han tocado incontables veces en México ¿Cuál es el concierto que más han disfrutado?

-Bueno, creo que fue el Vive Latino en el 2011. Fue, la verdad, increíble, porque era justo también la vuelta de Caifanes y nosotros tocábamos antes que ellos; nadie quería tomar ese lugar porque estaban con que la gente iba a estar esperando a Caifanes, y la verdad que con nosotros el público estuvo maravilloso. Más allá de eso, creo que fue una noche espectacular, las cosas sucedieron, creo que el show estuvo muy bien, y bueno, fue inolvidable. También tengo un grato recuerdo de una vez que hicimos un show muy informal en un bar en el Centro que estuvo también muy bueno, no me acuerdo cómo se llamaba el lugar. Siempre el Distrito tiene onda para tocar: sea un lugar grande, un lugar chico.

Lo recuerdo, yo fui como fan a ver el regreso de Caifanes, pensábamos “ya, no queremos ver a ninguna otra banda más”, al iniciar su show nos hicieron olvidar que estábamos ahí esperando por ellos…

-Exacto, esa fue la sensación que también tuvimos nosotros. Nadie quería tocar en ese lugar. Pero bueno, eso fue algo muy bueno, anécdótico.

¿Se puede saber cómo será el setlist del concierto del Auditorio?

-No te puedo decir un número exacto, pero vamos a tocar canciones de toda nuestra trayectoria, que son 16 discos. Vamos a tocar canciones, obviamente, de la mayoría de los discos, y de Tic Tac, y alguna que otra sorpresa, así que van a ser muchas canciones.

Ya no son una banda que tenga que hacer un viaje para lograr contactos; si ustedes quisieran alguna colaboración, es tan fácil como hacer una llamada telefónica. ¿Tienen planeado trabajar con músicos mexicanos para futuras producciones o canciones?

-La verdad es que tenemos muchos amigos mexicanos, mucha gente, contacto. No tenemos definido un nombre ni nada, pero siempre estamos abiertos a sumar alguna colaboración o sumarnos en algún proyecto. Hasta las cosas que hemos hecho, como ha sido el caso con Rubén, de Café Tacvba, que fueron por ahí hechos de estar así juntos y: “¿No querés grabar con nosotros? Eh, ¡buenísimo!”, como un poco más casual. En este momento no tenemos pensado con nombre y apellido, pero siempre estamos abiertos a tener invitados o a ser invitados.

A ustedes les tocó vivir la época de los LP’s, las transiciones a cassettes, a CD’s. ¿Cómo ve ahora, una banda con una carrera como la suya, las nuevas formas de distribución de música? Streamings, en donde ya no importa un disco en físico.

-Yo creo que hay una cuestión de satisfacción instantánea. Un poco se ha perdido el acto místico de ir a buscar el CD a la tienda, ver la portada, leer los créditos, mirar el arte. Incluso se reduce a canciones, ni siquiera a discos. Bueno, creo que los tiempos cambian, y uno no solamente es parte de los cambios, sino que es arrastrado también por toda esa corriente. No considero tampoco que los tiempos de antes eran mejor ni nada, pero sí creo que hay una cantidad de gente en la industria que se queda un poco relegada, como todos los creativos de las portadas de los discos…

… que era algo esencial…

¡Claro! Voy por ahí. Ya no importa tanto la portada, no importa quién grabó, no importa ni siquiera la letra, para poder leerla y seguir la canción. Está todo como más inmediato y también condenado a ser pasajero, en muchos casos, porque sale este disco, lo tenés acá, lo manejás, con un acceso que da la impresión como que oyes un servicio, como el Spotify, que tiene que ser todo gratis y que está al servicio para la gente, y todo el trabajo que hay atrás no está tan considerado. Trabajos desde la composición, la grabación, hasta el técnico, hasta el ir a comprar las cuerdas para ponerle a tu guitarra para grabar. Un poco se termina diluyendo con toda esta cuestión de inmediatez. Pero bueno, son los tiempos que vivimos. Por otro lado, también me parece que está bueno que la gente tenga tantas posibilidades para elegir; puede elegir la música que quiere escuchar y en ese punto no me parece tan descabellado.