La anticipación creada por su debut homónimo fue brutal en blogs, publicaciones musicales y la misma industria. LCD Soundsystem ya era distribuído por EMI, ya aparecía en los carteles de los festivales más importantes no sólo de música electrónica, sino de rock. James Murphy logró la comunión entre géneros que 5 años antes de su debut, estaban peleados. Ponía a bailar a los rockeros, les enseñaba algo de rock a los ravers. Con tracks como “Tribulations” se consagraba como uno de los gurús de la nueva movida electrónica, otras rolas como “Never As Tired As When I’m Waking Up” mostraban un lado mucho más íntimo del compositor, siempre en un sentido desenfadado e individualista. ¿Qué no era ese el fin último de la tendencia de los lentes de pasta, pantalones pegados y playeras de Pere Ubu en Brooklyn?

Sound of Silver
, el segundo hijo de LCD Soundsystem superó las expectativas. Un disco completo, redondo, con temas fascinantes para la pista de baile, emocionantes en exceso. Las alabanzas de la crítica no se hicieron esperar. Con una calificación global de 86/100 en Metacritic (que incluía un ambicioso 9.2 en Pitchfork o cuatro estrellas y media en Uncut y All Music) el álbum se convirtió en uno de los más importantes de la década. Refinó y perfeccionó su propuesta. Entregó tracks que se convirtieron en himnos generacionales como “All My Friends”, encendió pistas de baile en todo el mundo con “Get Innocuous” y le abrió el corazón a todos los amantes de la Gran Manzana con "New York, I Love You but You’re Bringing Me Down”. El disco es referente para miles de bandas que siguen tratando de emular -sin éxito- el sonido de este combo. Sound of Silver es el disco más importante para la electrónica de la década pasada y probablemente, la década que apenas comienza.

Video: Get Innocuous