Como si hubiera bajado de una nave espacial, en medio de la transformación de la juventud y los valores en el mundo occidental, un sujeto de cabello crespo, labios prominentes y rasgos indio-americanos redefinió el lenguaje de la guitarra eléctrica. Su nombre, James Marshall Hendrix (su nombre de pila era James Allan Hendrix, pero se lo cambió por problemas con su padre genético), y su origen, Seattle con escala en el Reino Unido. Comenzó como huesero, imprimiendo estados primigenios de su genialidad en las composiciones de los Isley Brothers o el gran Little Richard, se convirtió en el dios eléctrico.

Cuando Hendrix fue fichado por la ambición de Chas Chandler, en ese entonces bajista de Eric Burdon and the Animals, comenzó a componer por primera vez en su vida. El resultado: tres álbumes con the Jimi Hendrix Experience (dos de ellos en 1967) y cuatro años de legado que siguen haciendo eco hasta nuestros días. Él, la leyenda, el guitarrista zurdo que encendió su guitarra en fuego en el festival de Monterey durante el verano del amor, con una marejada de cables y efectos más que innovadores para esa época, el que desplazó el poderío de Eric Clapton en el mundo de las Stratocasters, murió el 18 de septiembre de 1970.

A continuación, una colección de riffs que a la fecha siguen pateando traseros y las historias que los acompañan. Por supuesto que nos gustaría poner toda su discografía, pero aquí va la creme de la creme… según Chilango.