El talento no tiene edad, al menos no en la escena electrónica; así lo demuestran los hermanos Guy (19 años) y Howard Lawrence (22 años), quienes a pesar de su juventud hacen vibrar a las masas con la potencia y calidad de sus sonidos.
Era la primera vez que el dueto británico se presentaba en un escenario chilango, la demanda era alta y los revendedores aprovecharon para ofrecer un boleto hasta en tres mil pesos, seis veces por encima del valor original.
El éxito de los hermanos Lawrence se desató en junio del año pasado, con su disco “Settle” que estuvo nominado a varios premios por su fresca propuesta; ahora tenían la tarea de hacer bailar sin parar a más de tres mil fans capitalinos que llenaron el José Cuervo Salón.
El DJ Ezekiel calentó el ambiente previo con un número que dejó buen sabor, y con ganas de seguir moviendo el cuerpo.
A las 22:20 horas, “F For You” abrió la sesión de Disclosure. Ritmos compaginados que hicieron volar cervezas desde un inicio, no dieron tregua a innumerables pasos que hacían bellas adolescentes.
El escenario se “incendió”, una lluvia de fuego musical llenó el ambiente con “beats” de alto octanaje al paso de “When a Fire Starts to Burn”; “Boiling” iluminó las cinco pantallas que servían como fondo y figuras geométricas jugueteaban a espaldas de los hermanos Lawrence.
“¿Hola México, cómo están? Estamos muy contentos de estar aquí, es la primera vez que venimos aquí”, dijo Guy mientras los alaridos de cientos de gargantas ensordecían.
“Tenderly/Flow” dio un breve descanso al tumulto en la pista; la voz de Eliza Doolittle se desplegó por el recinto, cientos de chicas en diminutos shorts y blusas fluorescentes comenzaron a contonearse sin cesar.
Una lluvia multicolores y rostros dibujados por líneas de luz “estimulaban” los pies de los asistentes; “Grab Her” y “White Noise” se fusionaron para continuar la fiesta.
La laptop de Guy emanaba la dulce voz de Sasha Keable, un respiro a la intensidad que se reflejaba en las húmedas playeras de los asistentes por la fricción y calor intensos que ya se sentían en el inmueble de Polanco.
El house y synthpop de “What’s in Your Head” y “Confess To Me” (Jessie Ware) prosiguieron la sesión; “Apollo” volvió a encender los ánimos y “Running VIP”, otra colaboración que hicieron al lado de Jessie Ware no dejó estático a nadie.
London Grammar se hizo presente, al menos virtualmente con “Help Me Lose My Mind” que desató la euforia; todo el Salón Cuervo cantaba al unísono “And you believe something I can’t define, help me lose my mind, make me run back”.
“Latch” cerró la sesión mientras los rostros al fondo emulaban la voz de Sam Smith, varias señoritas bailaban en los hombros de sus pretendientes sin cesar.
Sí, los hermanos Lawrence son jóvenes pero saben cómo “incendiar” una pista chilanga en sólo 90 minutos.