Vivir la experiencia de ver a Crystal Castles ayer en el Plaza Condesa, fue como subir al segundo piso del bar UTA pero en un lugar más grande y con más espacio para bailar -a pesar de los empujones de los malacopa que ya estaban hasta las manitas desde antes de las 11 de la noche-.

El dúo canadiense de música electronic-punk-house regresó a la ciudad luego de la salida de la muy querida Alice Glass y tras su última presentación en el José Cuervo Salón.

Y aunque entre el público había uno que otro con la queja de “esta vieja no le llega ni a los talones a Alice”, la realidad es que Edith Frances tiene un -perdón si suena mamón- poder hipnótico para conquistar al público y hacerlos bailar sin descanso. Bastaba con que se acercara a ellos, se mojara con agua y los salpicara al mover su nuevo cabello verde-rubio, para que todos se volvieran locos.

Digamos que es de esas front ladies que saben cómo bailar, cantar y sacar adelante un concierto a pesar de algunas fallas de sonido que se mantuvieron a lo largo de la presentación. Y lo demostró con éxitos como “Kerosene”, “Baptism”, “Suffocation”, “Intimate” o “Concrete”, los cuales sumaron casi dos horas de concierto donde descansar, aunque fuera por unos segundos, no era una opción.

Ethan Kath por su parte, mantuvo su onda siempre oscura escondido tras los sintetizadores y mezcladoras con las que trabaja, pero a las 10:30 tuvo un momento para él donde mezcló alrededor de 10 minutos en lo que quizá fue la parte más relajada de la noche, sólo para que Frances regresara a devolverle la energía a la gente que ya tenían miedo de que el concierto durara nada más una hora.

Además de la energía del grupo, una de las cosas que más nos gustó fue un señor del público que tenía como 50 años y bailó toda la noche con más júbilo que cualquiera de los veinteañeros presentes. Al salir de la venue, le preguntamos cómo conoció al grupo: “siempre me ha gustado el electrodark, soy mucho de ir a bailar al Patrick Miller, pero mi hija me enseñó a Crystal Castles y me laten porque tienen esa onda retro pero fresca. Por eso hoy vine con ella y la verdad es que los disfruté mucho. Sí la rompen en vivo”. Mejor descripción no pudimos haber encontrado.