Originalmente británica, esta idea arquitectónica se antoja (y se vive) agradable: viejos contenedores industriales son rehabilitados para crear espacios comerciales, residenciales, laborales, etc.

Para el evento del 16 de octubre se usarán estos containers ("contenedores", pues) para crear rinconcitos románticos donde tomarse una copa, cargar el celular, ir a una que otra exposición y descansar con la comodida del WiFi.

Ya sabe, por si no le cumplen los muchachos del escenario.