El viernes por la noche miles de fanáticos de Metronomy se reunieron en el José Cuervo Salón para disfrutar de la segunda visita de esta banda a la Ciudad de México. La invitación decía “noche de muertos”, a lo que muchos de los asistentes hicieron caso y llegaron con sus mejores disfraces.

Los revendedores rodeaban la zona tratando de cazar a alguien que vendiera sus boletos, ya nadie imaginó, ni los organizadores, que habría tal reacción, todo el mundo estaba ahí.

La cita comenzó a las 21:00 de la noche, aunque en realidad Metronomy tocó hasta las 23:30; mientras tanto la gente aprovechó para tomar unas copitas y saludar a todos los amigos que se encontraban. Abrió Ghouls y posteriormente Neon Walrus, quienes llamaron mucho la atención, pues la gente pensó que ya era Metronomy comenzando. Al ver que no eran ellos volvieron a la plática y a las largas filas para comprar alcohol.

A las 10 de la noche el lugar estaba lleno, y aunque no se veía ni un espacio libre, sí había lugar suficiente para no pasarla mal.

Cuando Metronomy salió al escenario el lugar estaba completamente abarrotado, no cabía un ser humano más. Las primeras notas que se escucharon fueron las de “We Broke Free”, y todo el mundo gritó emocionado.

Le siguió toda su producción del nuevo disco English Riviera.

El escenario estaba decorado con mantas pintadas a mano con los retratos de los integrantes de la banda, sencillo, pero la iluminación hacía gran parte del show.

Tocaron también clásicos de sus producciones anteriores como “Heartbreaker” y “Holiday”. Agradecieron varias veces su visita a México y la gente reaccionó muy emocionada.

Durante el tiempo que duró el concierto la concentración se perdió bastante, la gente empezó a socializar y volvieron a la barra por más tragos, dejando la banda a un lado; a lo mejor y el ritmo del concierto no fue lo prendido que esperaban. Se olvidaron de que Metronomy es música hermosa pero de “fondito”, y no ritmos para bailar y pegar de gritos.

El concierto continuó hasta las 12:30, la banda se despidió y volvió para cerrar con “Everything Goes my Way” y “Radioladio”. Los asistentes salieron con prisa para irse a sus respectivas fiestas de disfraces.