Estamos a días de que se cumplan cuatro años de la última vez que vimos a Chris Cornell en nuestra ciudad. Con la triste noticia de su partida, nos dimos a la tarea de recuperar y recordar las presentaciones que tuvo en la Ciudad de México.

Para ver en vivo a una de las cuatro voces que marcaron la era grunge, junto con Kurt Cobain, Layne Staley y Eddie Vedder, los chilangos tuvimos que esperar años, pero al menos se nos hizo tres veces.

Un día de la madre

La primera vez fue el 10 de mayo de 2005, se presentó en el Palacio de los Deportes. Se trató de la primera vez que el músico tocaba en la ciudad y lo hizo bajo el proyecto de Audioslave. Acompañado de Tom Morello, Tim Commerford y Brad Wilk, el líder del llamado “súper grupo” brindó una presentación de 90 minutos ante un domo de cobre casi lleno.

Lo interesante del concierto es que no sólo tocaron canciones de Audioslave como “Like A Stone” o dieron un cierre poderoso con “Cochise”, sino que Cornell sacó adelante la noche a pesar de apenas haberse recuperado de una infección tremenda en la garganta. Eso y que también se aventaron temas de Soundgarden como “Spoonman” o “Black Hole Sun” y hasta de Rage Against The Machine como “Killing In The Name” y “Sleep Now In The Fire”.

Como solista

La segunda vez que Cornell pisó tierras chilangas fue el 16 de diciembre de 2007. Se presentó en el José Cuervo Salón, promocionaba su álbum solista Carry On, mismo que le daba nombre al tour.

El oriundo de Seattle tocó de todo: desde Led Zeppelin, pasando por Michael Jackson, hasta llegar a las obligadas de Soundgarden y Audioslave. De hecho de su trabajo en solitario sólo interpretó seis canciones y quizá la mejor parte del concierto fue cuando sonaron “All night thing”, “Call me a dog” y “Hunger strike”, temas de una de sus bandas más aplaudidas a pesar de su corta duración: Temple Of The Dog.

El reencuentro

Tal vez esta fue la presentación más remarcable de las tres. Fue el 31 de mayo de 2013 en el Palacio de los Deportes. No importó que tuvieran que pasar 20 años para verlos juntos, porque Soundgarden estaba de regreso y llenaron un Palacio que explotó por toda la nostalgia grunge.

Fue una noche llena de recuerdos y que desde los primeros acordes de “Spoonman” por parte del genio de la guitarra Kim Thayil, ya había enloquecido a todo el público.

Ver a Matt Cameron dominar la batería después de su largo tiempo con Pearl Jam y luego a Ben Shepherd en el bajo creó una emoción que casi llevaba a las lágrimas a muchos de los asistentes, fue como si el tiempo no hubiera pasado y te encontraras de nuevo en 1992.

Otros temas que se llevaron la noche fueron “Burden in my hand”, “The day I tried to live”, “Loud love”, “Superunknown”, Flower” y por supuesto “Black hole sun”.