A inicio de este año, Caloncho apareció con un bajo perfil en el cartel del Vive Latino. Tocó el viernes en la Carpa Intolerante y su propuesta de folk cadencioso, playero, fue muy bien recibida.

A partir de entonces comenzó a tocar en distintos foros del país y fue nominado como Mejor artista nuevo y Mejor disco alternativo en los Grammy Latinos 2014. Aunque no ganó, cerróun gran año con un concierto en el Lunario.

Mil personas reafirmaron anoche que la propuesta musical de Caloncho ha tomado un gran impulso con su EP Fruta y Fruta Vol. II. El sonorense, orgullosamente arraigado tapatío, no dejó de agradecer con humildad el recibimiento de los fans que por momentos sobrepasaron la voz al micrófono y corearon ‘Palmar’, ‘Chupetazos’ y ‘La Chora’.

Caloncho sabe que el camino para un artista emergente es difícil,así que invitó a Vanessa Zamora (quien abrió el concierto con su banda) a cantar ‘Julia’,mientras las palmeras en el escenario y las proyecciones de mameyes, plátanos, guanábanas y guayabas armonizaban en las pantallas del Lunario.

Fue un concierto muy divertido y ameno. Caloncho y sus músicos han creado una cercanía con el público y se nota en la manera en que éste disfruta las letras y los sonidos de sus canciones. Melodías que son capaces de transportarte a la playa en un instante -recomiendo que prueben escuchando alguno de sus tracks como ‘Bésame morenita’-.

Intercalando éxitos de uno y otro disco, de pronto sobre el escenario aparecieron unas botargas en forma de plátanos que comenzaron a lanzar fruta asesina (literal se convirtieron en proyectiles de los que había que cuidarse para no terminar con un chipote en la cabeza), como naranjas y bananas. Algunos fans se las comieron y otros las volvieron a aventar.

Antes de que se terminara el show, el ambiente costeño se reavivó con unas enormes pelotas de colores, perfectas para jugar con tus cuates en la piscina. El público las golpeaba una y otra vez hasta que apareció Siddhartha y se echó un palomazo con Caloncho.

Este fue uno de esos conciertos en los que sabes que el artista hizo más que cumplir; interactuó con su público, no sólo se limitó a pararse frente al micrófono y cantar y cantar por más de una hora. Sin duda Caloncho llegará más lejos y seguirá regalándonos noches playeras en plena ciudad de México.