Die Antwoord

Por: Fernanda López

Los sudafricanos de Die Antwoord, íconos de la cultura Zef, fueron responsables de uno de los mejores momentos que ha tenido el Bizco Club. Con un escenario lleno y un público completamente eufórico, los raperos iniciaron con “Fok Julle Naaiers” y desde ese momento se hizo evidente que sería un show memorable, en gran parte por la energía que proyecta la banda. Siguieron con temas como “Wat Pomp”, “XPEN$IV $H1T” y “Rich Bitch”. Y justo cuando pensábamos que la gente no podría estar más prendida, la banda sorprendió con una mezcla de “Evil boy” y “Beat boy”, donde sacaron un muñeco inflable de un niño sosteniendo un pene (detalle que obviamente acrecentó la euforia). Siguieron con “Baby’s on fire” y “I fink you freeky”, que fue otra de las que pusieron locos a los espectadores. La banda se despidió con “Enter the ninja” y dejó al público cansado de bailar, pero queriendo mucho más. Podríamos decir que ha sido de las presentaciones que más han valido la pena.

Major Lazer

Por: Verónica Chávez

La pura fiesta con este grupo que puso a bailar a todos los asistentes en el escenario Bizco Club. Sus mezclas de electro house y reggae hicieron olvidar los 20 minutos de retraso con respecto al horario en el que estaba programada su aparición. Destacaron los movimientos provocativos de sus bailarinas –escalando las torres de luces para que todos pudieran disfrutar de ellas- y el recorrido que Diplo hizo en una pelota de plástico sobre el público (la verdad muy al estilo de los Flaming Lips). Cuando finalizó su actuación, los asistentes se desplazaron aún con la energía a tope, buscando los primeros minutos de la actuación de Franz Ferdinand en el escenario contiguo.

Sleigh Bells

Por: Luis Del Valle

Comparados con otros actos del exitoso escenario Bizco Club a Sleigh Bells no les fue nada bien. El dúo, que es reconocido por sus intensos espectáculos en vivo, no cumplió las expectativas… aunque parecía que todo conspiraba en su contra. De entrada salieron 25 minutos tarde al mismo tiempo que tocaban Suede y Franz Ferdinand, esto implicó que tuvieran un público muy reducido que parecía estar ahí más por curiosidad que otra cosa. La guapísima Alexis Krauss es una gran frontwoman y sus constante saltos, coreografías y gritos capturan la atención de la gente pero todo parecía indicar que estaba algo enferma de la garganta, lo cual no ayudó en nada. En disco la música de Sleigh Bells está perfectamente balanceada entre los coros pop de Krauss, las guitarras distorsionadas y las secuencias y beats de fondo. En vivo, no existía tal balance, los beats pregrabados sonaban tan fuerte que opacaban lo demás así que acaba siendo un poco aburrido. Afortunadamente ”Crown on the Ground” e “Infinity Guitars” sonaron muy bien y prendieron a la audiencia demostrando que no todo estuvo perdido y que tal vez, sólo era un mal día.

Basement Jaxx

Por: Luis Del Valle

Ninguna banda generó opiniones tan divididas el primer día del Corona Capital como Basement Jaxx. Después de la presentación del dúo escuchabas a la mitad de la gente diciendo que fueron lo mejor, y otros que fueron mucho menos de lo que esperaban, nosotros nos inclinamos por lo segundo. Era tarde, muy tarde, el escenario ya iba para los cuarenta minutos de retraso cuando la banda tomó el escenario y la fiesta llegó hasta después de otra media hora. El grupo empezó con su característico sonido house lleno de influencias world music que, a pesar de que eran interpretados sin falla alguna, no lograban causar mayor reacción en el público (salvo por los que se encontraban muy cerca del escenario).

La versión acústica de Romeo y la versión orquestal de Raindrops no ayudaron nada, ya que molestaron a varios fanáticos que esperaban bailar con las versiones tradicionales. Quedaba claro que el público quería los éxitos y aunque Basement Jaxx soltaba uno de vez en cuando, pudieron haber tocado más y hacer el cierre perfecto para el festival.

Conforme el set se acercaba a su fin surgieron los éxitos que levantaron mucho la presentación incluyendo la bailable Do Your Thing. Antes de despedirse interpretaron Where’s Your Head At, la cual fue uno de los momentos más memorables de todo el evento. No hubo un alma en toda la carpa que no saltara y gritara el coro de la canción, al grado que el piso temblaba ante los saltos. Dejaron el escenario sólo para volver y cerrar con una carnavalesca versión de Bingo Bango que dejó a todos contentos, a pesar de que les tomó tanto comenzar la fiesta.