50 Bassnectar – Timestretch

El dubstep tiene en Bassnectar a un gran representante y Bassnectar tiene en su nombre una premonición, pues en realidad su música es toda una delicia sonora, comandada por bajos gordos y contundentes, que no cualquier reproductor de sonido puede recrearlos con fidelidad. En voz del propio productor su música es un "maximalismo omni-tempo, una amalgama de todos los sonidos que he escuchado, mezclado con líneas de bajo ultra malvadas”. Timestrech es un viaje en una montaña rusa, que en mi mundo ideal sería el mejor disco del año, pero en realidad es un manjar que no cualquier paladar puede degustar. -Chinix

49 The Dead Weather – Sea of Cowards

Nombrado en honor al internet (un mar de cobardes) The Dead Weather se sumerge en terrenos obscuros que no habían sido visitados por ninguno de sus integrantes. Mientras que en su debut The Dead Weather tocaba toda clase de rock y blues, en Sea of Cowards el grupo sigue la línea del rock pero con toques experimentales de electrónica y de cabaret. Resulta un disco que podría ser soundtrack de una película de terror que trate sobre el Vudú y dirigida por Tim Burton. La verdadera estrella del segundo disco es Alison Mosshart que canta como una loca desesperada en “I’m Mad” y como una femme fatale en “Gasoline”. Si son fanáticos de Jack White no se preocupen, su influencia se nota a lo largo de todo el disco. -LGKing

48 Swans – My Father Will Guide Me up a Rope to The Sky

Michael Gira, el enigmático líder de la banda que se separó en 1997 y que generó brutales y crudas canciones durante los ochenta, ya lo ha dejado claro: “el disco de Swans no es una reunión regular como las que ha habido en últimos años, es un disco nuevo con mucho más vigor”. La banda ubicada dentro del rock clasificado como No Wave, regresa con los mismos humores cataclísmicos, pastorales, monotonales, bestiales y destemplados de siempre. El disco, editado en Young God Records, cuenta con participaciones de Devendra Banhart y miembros de Mercury Rev, R.E.M. y Angles of Light. Un disco de metal fundamental. -Dávalos

47 Gepe – Audiovisión

Pop suave, con matices electrónicos, cantado en nuestro idioma. A diferencia de muchos artistas latinos que intentan ir con el trend global y adaptarlo a la música de su país, Gepe logró el balance entre una producción exquisita y letras atinadas, casi poéticas. A partir de las capas sónicas que componen cada uno de sus temas, el chileno envuelve al escucha con temas románticos, que podrían ser interpretados únicamente con su guitarra. “Salón Nacional de Tecnologías” o “Amigos Vecinos” son ideales para entrar en este mundo, que como el título indica, evoca imágenes que se aprecian con los oídos. -Baxter

46 Crocodiles – Sleep Forever

Bien dicen que un buen creador no compone, sino que roba. Los Crocodiles se fusilaron el manual del shoegaze y del krautrock para hacer su propia versión de la psicodelia postmoderna. Siempre es refrescante cuando una banda no pretende descubrir el hilo negro y enfrenta con la cabeza en alto al hecho de que toca lo que le gusta y no lo que le dictan. Rock de chamarra de cuero, inofensivo pero mordaz, como un chihuahueño con un mohawk. Adios ego y pretensiones, hola rocanrol. -Chelito

45 Baths – Cerulean

Cerulean es el debut de Will Wiesenfeld, un chico de 21 años de los suburbios californianos que fue firmado por el sello Anticon. La casa de artistas que han sido calificados como avantgarde o avant-hop. Sus relaciones con actores fundamentales de la escena electrónica más sofisticada de California, como Daedelus o Nosaj Thing, le permitieron exponer sus sonidos; generando un impactante debut en la línea de Four Tet o Pole, dos concurridísimos de la electrónica laptop. Los ritmos son amables, incluso podrían ser canciones digitales de amor. Bien ahí. -Dávalos

44 Pantha Du Prince – Black Noise

Música inteligente, techno minimal, dark ambient. Llámalo como quieras. Si Bob Ross hiciera paisajismo sonoro, y tuviera buen gusto, haría justo lo que Pantha Du Prince hace. Un disco de electrónica lenta, cadenciosa, atemporal e introspectiva. – Chelito

43 Bran Van 3000 – The Garden

Bran Van 3000 lanzó este año su cuarto disco casi, sin que nadie supiera que lo estaban haciendo. El resultado es superior a su trabajo anterior Rose. En The Garden los canadienses regresan a la búsqueda y exploración de paisajes sonoros desconocidos, el ir y venir de géneros, tiempos y texturas con raíces en el espíritu de prog-rock, el boggie el reggae y el house. The Garden es un lugar virtual de pensamiento, romance y exaltación. Es una lastima que tal vez ésta sea la única lista en donde este incluido este disco, se los digo como un secreto. -Chinix

42 These New Puritans – Hidden

Hidden comienza con “Time Xone”, una canción totalmente instrumental y bastante calmada, prácticamente compuesta por instrumentos de viento. La introducción es sólo un engaño de lo que viene a continuación, uno de los discos de rock más experimentales y excéntricos del año. En “We Want War”, una épica canción de más de siete minutos, el grupo utiliza percusiones de todo tipo mezcladas con coros apocalípticos para alcanzar una canción que verdaderamente suena como un himno de guerra. En el resto de Hidden, el grupo se vale de percusiones, instrumentos de viento y sampleos para crear un sonido único. Algunas canciones recuerdan, a M.I.A. otras a Battles pero el grupo siempre termina demostrando que ofrecen algo que nadie más ofrece en la música actual. Cabe resaltar “Attack Music”, un tema que combina música inspirada en oriente con un beat de reggaetón e instrumentos de viento. Suena como algo atroz, pero el resultado es verdaderamente bueno y ese es concepto del último material de estos británicos neo-puritanos. -LGKing

41 Ariel Pink’s Haunted Graffiti – Before Today

La música de Ariel Pink es inclasificable. Un tema suena a los Bee Gees, mientras que el otro saca al pequeño punk con estoperoles que todos llevamos dentro, y otro más se agrega a la ondita chill-wave que desde principios del 2010 hemos escuchado hasta el cansancio. Lo espectacular que tiene Before Today es la capa lisérgica que envuelve a todas y cada una de las rolas que lo componen. Un disco que tiene la capacidad de escucharse bien con audífonos, a volúmenes insanos en fiestas locas e inclusive como musiquita de fondo en un elevador. -Baxter

(Video: Ariel Pink’s Haunted Graffiti – Round and round)