No sólo te hará hacer el clásico pasito de la mano sobre los ojos, en la canción adecuada —no en Misirlou de Dick Dale con la que abren el disco y la película sino en You Never Can’t Tell de Chuck Berry, no nos falles— también cuenta con los exquisitos diálogos del filme obra y gracia de Quentin Tarantino como el recitado por Samuel L. Jackson (Ezequiel 27:23). La selección de canciones repasa varias décadas pero está influenciada fuertemente en los años ochenta, ¡Funk it!