7 tips para detectar al chavorruco que vive en ti

Acéptalo, te niegas a aceptar que ya estás 'viernes'

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Los adultos que se sienten jóvenes siempre han existido, pero hoy ha emergido otro tipo de personaje: el chavorruco, que ve con buenos ojos actuar como si tuviera 10 años menos, aunque aparente hasta más edad de la que tiene.

El chavorruco va a conciertos, compra su ropa en la parte de “juniors” de la tienda y ve a los veinteañeros como sus iguales, aunque él ande rondando los 40 o más.

A continuación enumeramos siete puntos que te pueden ayudar a identificar a un chavorruco… o saber si tu eres uno de ellos…

1. Crees que los 90 fueron hace 10 años

Si cuando ibas a la universidad o en la prepa se murió Kurt Cobain, si viste cómo se hizo mundialmente famoso Ricky Martin años después de salir en “Muñecos de Papel” y si te acuerdas de cuando no existía el Hoy No Circula obligatorio, definitivamente ya no eres un chavo.

Un efecto curioso en los chavorrucos es que piensan que éstos y otros acontecimientos similares pasaron en la década pasada (algo así como que el 2000 fue hace 10 años), por lo que muy en su interior no se sienten viejos y creen que sus 39 años no son impedimento para seguir comportándose como cuando tenían 22.

Claro, lo único que tienen que buscar ahora es tiempo libre para poder realizar las mismas actividades, bajar de peso para poder vestirse igual y que en el trabajo haya vacaciones, pero “ya con eso” podrán vivir como en 1995.

2. Quieren sus Converse

Gracias a los “Millennials” en muchas oficinas ya no es necesario usar saco y corbata para identificarse como godínez, por lo que el código de vestimenta es ahora más relajado y se pueden seguir otras modas más informales.

Pero a muchas personas nacidas en los 70 ya no les va vestir camiseta y Converse para ir a trabajar, y no es que deban llevar traje, pero tampoco les queda bien ir disfrazados de “chavitos”. Lo mismo aplica para ciertos colores de tinte de cabello o dibujos en las uñas, así como minifaldas o blusas con leyendas como “But I’m a 90’s bitch”.

3. No se pierden el Corona Capital

La juventud interior de los chavorrucos también se expresa en la música que escuchan, por lo que las playlists que sólo tienen canciones de Shakira, Mijares o Emmanuel no son para ellos.

Sus gustos musicales se construyen con base en los top 10 de iTunes o Spotify, además de lo que digan que es “cool” los locutores de radio que ellos escuchaban en Radioctivo, Rock 101 o WFM, que también son chavorrucos y que siguen trabajando en diversas estaciones de radio.

Por ello, los conciertos son parte importante de sus actividades anuales, y aunque les checaría más asistir al Vive Latino (de hecho, varios sí van y hasta llevan a sus hijos), su evento “top” es el Corona Capital.

Los carteles de estos conciertos son ideales para ellos, ya que mezclan a las nuevas bandas con artistas que los chavorucos solían idolatrar (algo así como Travis con Imagine Dragons o Beck con Kasabian, pasando por los Ángeles Azules).

Eso sí, al otro día no llegan a la oficina con la camiseta o la pulsera del concierto, porque “eso es de ñores”.

4. Chelear como en los viejos tiempos

En los conciertos, en las fiestas de la oficina o en sus vacaciones, los chavorrucos gustan tomar varias cervezas en poco tiempo porque “siempre lo han hecho y siempre aguantan”.

Lo que quizá no saben es que, con la edad, el organismo ya no asimila igual el alcohol en grandes cantidades; así que lo que antes presumían que no les pasaba con tres cervezas, ¡ahora sí les puede pasar!

Con todo esto, el riesgo de hacer un oso, ponerse impertinentes o tener ganas de irse a dormir temprano son puntos a tomar en cuenta para cualquier chavorruco, sin contar que las crudas son más agresivas que las de hace 10 años.

5. ‘Cotorrear’ en la oficina

Aunque sus compañeros de oficina hayan estado en la primaria cuando ellos estaban cursando la universidad, los chavorrucos gustan de bromear con sus colegas de tú a tú, borrando cualquier barrera generacional.

En el caso de los hombres, suelen ser los más ágiles para alburear o los que ya no se limitan para contar chistes más soeces, así que de inmediato se vuelven el foco de atención, pero también tratan de estar al día en los temas con los que se bromea hoy, así que los hashtags y memes, además del Twitter del Werevertumorro y otros personajes “que admiran los chavos” se convierten en ricas fuentes de información.

Para las chicas, una mujer con experiencia pero que usa el mismo lenguaje que ellas, siempre será una buena confidente y excelente fuente de consejos, por lo que las chavorrucas siempre tendrán tema de conversación y coincidirá con las más jóvenes sobre la estupidez de los hombres.

6. Tirarle el can a alguien más joven

Aunque es cierto que “el amor no tiene edad” (si leíste esta frase cantando, quizá eres chavorruco), el coqueteo en público se debe volver un poco más discreto para estos personajes, especialmente si a quien intentan ligarse es a alguien que se ve mucho más joven.

No es limitar el amor pero, a veces, ver este tipo de coqueteos recuerdan más a un papá incestuoso que a una bonita historia de amor musicalizada con la rola de “40 y 20” de José José.

Y lo peor es cuando el o la joven no quieren saber nada del chavorruco y éste o ésta insisten para que “acepten su amor”. Así que más vale medirse y analizar bien la situación antes de dejar actuar a la hormona tal y como la dejaban en aquellos años en los que todavía el mundo no conocía a Britney Spears y Michael Jackson hacía videos de millones de dólares.

7. Negar ser chavorruco

Ser chavorruco no es malo, especialmente si la persona acepta que lo es, ya que eso ayuda a que se eviten muchas de las situaciones embarazosas aquí descritas.

El problema llega cuando no eres consciente de que ya estás grande para ser hipster y que cuando tenías edad para serlo, los hipsters no existían y nada más eran conocidos como “fresas” o, si eres todavía más grande, como “pirrurris”.

Así que si tienes la sospecha de que padeces alguno de los síntomas de chavorruco, ¡cuéntaselo a quien más confianza le tengas! Y si sabes a qué famosa campaña de medios pertenecía esta última frase, seguramente eres propenso a serlo.

¿Conoces a algún chavorruco que no acepte serlo?

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