Yoalli tiene 14 años. Sus ojos vivos, del color de la miel quemada, reflejan inteligencia, alegría y dejan entrever un espíritu de esos que no se amedrentan ante el primer embate. Sin embargo, no hay espíritus que no se quiebren o no pierdan algo de su luminosidad ante el acoso, la discriminación y la violencia.

Ella asistía a la Escuela Secundaria No. 2 Ana María Berlanga de la Colonia Santa María La Rivera, colegio que en el turno matutino únicamente admite a chicas en sus filas. Debido a que una escuela pública no puede excluir a nadie por su sexo, desde hace poco la escuela recibe también varones en su turno vespertino. Sin embargo, en las clases de la mañana, a las que Yoalli asistía, la matrícula está conformada exclusivamente por niñas.

Insistimos en el pretérito “asistía” porque debido al acoso por parte de la dirección, prefectos y maestros, Yoalli decidió no seguir exponiéndose a esta discriminación sistemática.

¿Cuál era la grave falta que hacía que Yoalli recibiera semejante trato? Asumirse como lesbiana y no esconderse ante nadie.

El delito de besar

Todo comenzó con un beso. Yoalli besó a otra chica en el baño de la escuela, hecho que fue videograbado con un teléfono por otras de sus compañeras, como diariamente se graban peleas, abrazos, juegos y bailes grupales. En la era de Youtube y de las redes sociales, para los millennials grabar y compartir algo en Facebook es tan natural como cualquier otra actividad de su día a día.

Sus compañeras jamás tuvieron una actitud de rechazo hacia ella. Yoalli incluso llegó a tener novias y era un hecho recibido con naturalidad. El acoso provendría de arriba, por parte del mismo aparato escolar. El video fue visto por las autoridades de la secundaria, quienes citaron a la madre de Yoalli. La mantuvieron dando rodeos y hablándole sobre una conducta “rara” de su hija sin abordar el tema de su orientación sexual de forma clara. “¿Se refieren a que mi hija es lesbiana? Eso es algo que sabemos y la apoyamos” expresó su madre, Karla Velázquez, cansada de que la orientadora se anduvieran por las ramas.

Ante esta actitud de naturalidad de la madre las autoridades de la escuela no supieron cómo proceder. Pensaron que denunciándola con los padres ellos la reprimirían y esto claramente no iba a ser así. Yoalli había salido del clóset años atrás con sus papás y ellos decidieron amarla y apoyarla. Al no contar con los padres como aliados en las represalias contra la menor, optaron por apartarla de sus compañeras hasta que la discriminación se volvió insoportable.

Vigilar y castigar

A partir del (des)encuentro entre los padres y las autoridades de la escuela, éstas instrumentaron un sistema de vigilancia especial para mantenerla aislada. No se le permitía ir sola al baño. En el recreo, no se le permitía jugar ni socializar con nadie. Se asignaba a un adulto para que la vigilara, ya fuera un prefecto, maestro u orientador, quien no permitía que Yoalli se acercaba a las otras chicas, como si fuese a “contagiarlas”. A su novia incluso amenazaron con expulsarla.

Yoalli comenzó a resentir este acoso y lo comunicó a sus padres. No tenía ganas de asistir a una escuela donde se sentía incómoda y señalada. En un intento por usar las instancias correspondientes y evitar esta segregación, la familia entera asistió al Consejo para Prevenir y Eliminar la discriminación de la Ciudad de México (COPRED), donde sus representantes les concedieron la razón. Se trataba de un claro caso de discriminación, sí, pero al ser la escuela secundaria un organismo federal, no se encontraba dentro de su jurisdicción, por lo que los canalizaron al CONAPRED, donde la familia denunció los hechos.

Cuando creían que la situación iba tener una resolución pronta y favorable, la pesadilla apenas comenzaba.

*En apoyo a Yoalli y a propósito de la celebración del Mes de la Diversidad Sexual, la redacción de Chilango dará un seguimiento cercano a este caso, entrevistando a los actores involucrados y actualizando la información obtenida al respecto. El próximo viernes contaremos con la postura de la escuela así como con los dichos emitidos por el CONAPRED al respecto.

Esta historia continúa aquí:

Directora de la secundaria de Yoalli es cambiada por caso de homofobia

Yoalli protesta contra la discriminación

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