Los mexicanos no nos distinguimos por dejar ir las cosas muy fácilmente y los chilangos menos: A la CDMX le vamos a seguir diciendo DF hasta que nos den de manotazos para dejar de hacerlo, pero no es la primera vez que hacemos eso. Aquí está una lista de las cosas a las que nos aferramos más que a mandarles whatsapps a los exes cuando se nos suben las copitas. Empecemos con las garnachas:

·Negrito Bimbo: La corrección política finalmente llegó a la compañía del osito blanco y le cambiaron el nombre a “Nito”. Aunque lo celebramos, porque sí estaba manchado el nombrecito original y este es el siglo XXI, nos quedan muchas dudas: ¿Por qué “Nito”? ¿Por qué las letras ofensivas eran “egr”? ¿Por qué el nuevo mono no tiene nariz ni lo blanco del ojo? ¿Es cierta la leyenda de que solo es el pan de las medias noches con cobertura de chocolate? TANTAS DUDAS.

·El Flippy: Otro que regresó hace poco fue el Flippy, el pastelito del cetáceo primo del Gansito y el Chocotorro. Regresó bajo la marca madre del Mamut y ahora se llama MAMUT PRESENTA: FLIPPY. ¿Por qué esa necesidad de presentarlo como si se tratara de X-Men Origins: Presenta: Wolverine Begins – The First Chapter. NO, SE LLAMA FLIPPY.

·Piruetas – Regresaron como “Emperador de Limón”. GUARDIAS: SE LLAMAN PIRUETAS.

Todos estos antojitos nos acompañaron durante años a los chilangos en nuestros viajes por la ciudad, en estaciones como:

·Metro Etiopía: Un día, pum, amanecimos con la noticia de que Etiopía, de la línea verde, llamada así porque una vez se hospedó por ahí el rey de Etiopía, se llamaba Etiopía – Plaza de la Transparencia. ¿What? SI NI CABE EN EL DISEÑO DE LOS CARTELES DEL METRO.

·Metro Viveros: A la línea verde fue a la que más le pegó el afán de la corrección política de nuestros gobernantes y ahora Metro Viveros se llama Viveros – Derechos Humanos. NO, SE LLAMA VIVEROS Y LOS DERECHOS HUMANOS NO SE PROTEGEN CAMBIÁNDOLE EL NOMBRE A LAS ESTACIONES QUE CONOCEMOS DESDE ANTES QUE TUVIÉRAMOS NUESTRA…

·IFE – Que ahora se llama tarjeta del INE. ¿Cuántos dineros se gastan en cambiar esa letra? ¿Era tan necesario cambiarle el “Federal” por el “Nacional”? Es como el…

·INSEN: Ahora se llama INAPAM, Instituto Nacional De Las Personas Adultas Mayores, porque aparentemente “Senectud” es ofensivo. Avisen. Hablando de senectud, sabes que la tienes cuando te acuerdas de cuando los siguientes personajes se llamaban así:

·Rana René: No, pues sonaba bien bonito pero que dice Disney que ahora se llama Kermit. Aoc. Por lo menos nunca fuimos España, donde se llamaba “La Rana Gustavo” y salía en “Los Teleñecos”. LA RANA RENÉ SONABA BONITO.

·Carlitos: Cuál Carlitos, ahora se llama Charlie Brown y sale en Peanuts. No, cuál Snoopy y sus Amigos, se llama Peanuts. Nos resistimos.

·Arturito: Simplemente nos negamos a dejar de decirle Arturito a R2D2 y la existencia de Bebocho (BB-8) nos da la razón de que a una galaxia muy, muy lejana le gustan nuestras tropicalizaciones.

·Campanita: Disney es terca y nos hace enojar y dice que se llama Tinkerbell. Resistencia.

·Bruno Díaz y Ricardo Tapia: Bif, Pow y Kapow: Bruce Wayne y Dick Grayson siempre se llamarán diferente para los que los vimos en el chou de los sesenta donde a Adam West se le veía el sudor en el sope al bailar el batitwist.

·El Guasón – Este es el más duro, porque por más que Heath Ledger y Jared Leto se empeñen en hacernos creer que el Joker es darks y demoniaco y sólo quiere ver el mundo arder, etc., no podemos olvidar que fue César Romero con su bigote pintado de blanco porque no se lo quería rasurar.

·Nintendo: Sustantivo genérico con el que las mamás mexicanas se referirán siempre a todos los videojuegos hasta el fin de tus tiempos. Y smartphones, también. AY, YA VAS A SACAR TU NINTENDO. Pero bueno, así es la vida en esta ciudad donde crecimos con…

·Radioactivo / Órbita – Reactor cumple 12 años este año pero no, que se llama Radioactivo u Órbita y hazle como quieras.

·Salón 21– Primero le cambiaron el nombre a Vive Cuervo Salón y se acaba de cerrar hace un par de años. LE HUBIERAN DEJADO SALÓN 21 Y SEGUIRÍA ABIERTO.

·Bital: En nuestro corazón siempre se llamará así eso del HSBC.

·Bancomer: Resistimos la colonización española en la guerra de castas y debemos resistir el nombrecito de BBVA Bancomer.

·Toreo: Pues ya ni existe y ahora solo es Cuatro Caminos y es una plaza, pero nunca olvidaremos esa concha de cemento que nos decía que nos íbamos a la hermana república de Ciudad Satélite.

·El pesero (o la pesera, asegún): Hace mucho que gracias a los continuos descalabros que ha sufrido nuestra moneda ni por asomo el pasaje cuesta un peso, pero le seguimos diciendo pesera al colectivo en honor a aquellos tiempos en el que el salario sí nos rendía.

·Reino Aventura: ¿Six Flags? Eso está en Texas.

·El Sears de Insurgentes: Ahora es Plaza Insurgentes, pero más de un taxista rebelde se opone valientemente a aceptar la imposición.

·Hotel de México: El WTC desde hace años pero no le digan a mi abuelita.

·Circuito Interior: ¿Qué son esas payasadas de Circuito Bicentenario?

·San Juan de Letrán: ¿Eje Central? ÑO.

·CDMX: Ni empecemos.

¿Qué otros casos recuerdan ustedes de nombres a los que nos aferramos, porque somos rebeldes y no seguimos a los demás?

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