Seguramente todos se preguntaron quién era el gigante de 20 metros de altura y
ocho toneladas que el Gobierno Federal tanto presumió en el desfile del 15 de
septiembre del Bicentenario
.

"Se ha hablado del parecido de El Coloso con
Emiliano Zapata, José Stalin, Luis Donaldo Colosio, Benjamín Argumedo y Vicente
Fernández
", reconoció nuestro secre
de Educación, Alonso Lujambio.

Para quienes aún tienen duda sobre la identidad del
colosal individuo de yeso, pues el fulano se llama Benjamín Argumedo, un hombre que
combatió a Pancho Villa y murió fusilado en 1916. (¿?¿?)

Ok.

De todo lo
que hicieron las autoridades para el Bicentenario, ¿qué fue lo realmente
interesante?
Bueno, tienen razón… los dos mil 600 millones de pesos que
gastaron, eso sí es interesante ¿no les parece un exceso?

En fin, lo único bueno de esto es que ya no más torneos, promociones, programas
y ‘n’ cantidad de cosas que incluyan el apellido Bicentenario. Esperen…, hablamos demasiado pronto, aún no nos libramos de esa tortura. Saben por qué, pues
porque será hasta el próximo año que el Gobierno federal y el del DF inaugurarán las
obras del "Bicentenario" que no terminaron
y que debieron estar listas para
este mes… mal, muy mal.

A nosotros también quisieron marearnos diciendo que ese hombrezote representaba a los "cientos de miles de
mexicanos anónimos" (no nos homenajeen tanto, por favorcito). Acá nuestra teoria: el hombre bigotón tiene un enorme parecido con
Jeremías Springfield.

Obvio el presidente Felipe Calderón y los organizadores del Bicentenario nunca
aceptarán que su escultura se parecía más a una réplica del fundador de la
ficticia ciudad de Springfield que a la imagen de un revolucionario
, que por
cierto ¡es horrenda!