Desde tiempos remotos el ser humano ha
soñado con volar (chomp, chomp, chomp). Bueno, pues, como nadie mencionó nada
de tener alas acá van algunas opciones para sentir el aire en el rostro y, con
los brazos bien abiertos, flotar por el cielo e imaginar que vamos en caída
libre. Las opciones van desde paracaidismo, parapente, vuelo en ultraligero y
vuelo en globo.