Durante estos diez años de Chilango, nuestra metrópoli maduró como ciudad cultural desde el momento en que empezamos a tener conciertos de martes a domingo. Hoy tenemos foros para todas las tribus: ¿Qué tal el Zinco Jazz Club, que vino a darle una fina morada al jazz, en un ambiente de sótano neoyorquino? O el Pasagüero, epicentro para la fundación de nuestra floreciente escena indie, capitalizada más tarde por El Imperial: referencia absoluta para consolidar y consagrar a las bandas emergentes de México e Hispanoamérica. Y más allá de los herederos de los “hoyos fonqui”, El Plaza ha llegado para marcar un estándar como un espacio lo suficientemente amplio, pero con la intimidad necesaria para ver y escuchar a los músicos de cerca, en condiciones de alto caché. ¿Tons’? Si tuvieras que elegir uno de ellos, ¿qué plan para esta noche?[votacion:10]

“Que esto… que el otro…” ¿En cuál de los siguientes lugares has tenido tus mejores guarapetas? Vota por el que más rifa. Dale “siguiente”…