Han sido 10 años de obras, segundos pisos, mega-túneles y mucho, mucho desmadre. Pero aceptémoslo: el proyecto de rehabilitación del Paseo de la Reforma, por ejemplo, ha desembocado en la dignificación de la avenida con más abolengo de la ciudad, con todo y sus rascacielos, jardineras, corredores de exposiciones, ecobicis y obvio, nuestro Ángel de la Independencia. El Monumento a la Revolución no canta mal las rancheras: pasó de ser un adefesio percudido y abandonado, a convertirse en una plaza amplia, con una edificación renovada con mirador, cafecito, boutique y un elevador state-of-the-art. ¿Y la Alameda? De ser un nido de ratas, atracadores y payasitos, ahora se ha saneado para integrarse junto a Bellas Artes a todo este renacido corredor de Reforma al Zócalo. Llegó la hora de votar; elige tu favorito de estos tres:[votacion:5]

Elige el lugar que más ha hecho que te chupes los dedos, a continuación…